Tu segunda oportunidad puede comenzar ahora. Al utilizar la tecnología realmente no tienes excusa para no iniciar ese pequeño negocio que tanto deseas. Si tienes una pasión y una idea, el mundo te está esperando.
Por Robert Kiyosaki
Hace no mucho tiempo, empezar un negocio parecía una tarea desalentadora.
Tomemos como ejemplo mi negocio de billeteras de velcro, mi primer negocio, a finales de los años 70.
En esos años, comencé el primer negocio de billeteras de nylon y velcro y lo ofrecí a todo el mundo a través de más de 500 representantes de ventas. Tuve que alinear a los fabricantes, negociar acuerdos de licencias, las plataformas de ventas, crear eficiencias operativas y más.
Implicó mucho trabajo, la curva de aprendizaje fue pronunciada.
Solo tres años después de comenzar el negocio y ganar US$ 1 millón, el negocio quebró. Si bien perder el negocio no fue una experiencia agradable, significó un gran aprendizaje. Afortunadamente, tuve a un padre rico para que me ayudara en el camino, pero no todos tuvieron la misma suerte.
En el pasado, para muchas pequeñas empresas, alcanzar escala simplemente no era posible. El resultado fue la tradicional tienda de mamá y papá en la calle principal. Se trataba de negocios tradicionales administrados por familias, negocios muy parecidos a la tienda familiar de mi padre rico que él mismo ayudó a administrar desde su temprana adolescencia.
No es necesario decir que, en el pasado, existían muchas barreras para empezar un negocio. Pero hoy no hay tantas.
Hoy en día, Internet ha cambiado la forma en que hacemos negocios…y también el acceso que tenemos a aprender a como iniciar y construir un negocio exitoso.
La avenida principal
Un artículo en The Week titulado “La revolución en lo que significa ser una pequeña empresa” afirma:
“Entonces, ¿qué está impulsando el cambio en nuestra comprensión de las pequeñas empresas? La respuesta más simple es el enorme auge tecnológico que comenzó a fines de los años noventa. Gracias a internet, las oficinas ahora pueden estar lejos. Los pagos pueden ser procesados a través de smartphones. El crowdfunding, proceso de pedirles a desconocidos del mundo virtual que te ayuden a financiar tu idea, no es solo una realidad, sino que está presente en todas partes al mismo tiempo.
“Pero quizás lo más importante es que las plataformas de redes sociales como Facebook y Twitter le han otorgado a las empresas la capacidad de crecer más allá de su geografía local y llegar a clientes tanto a nivel nacional como global. Estas herramientas permiten que una pequeña empresa de lifestyle en Los Angeles alcance clientes potenciales en Boston. O a una panadería en la ciudad de Nueva York a encontrar un mercado para sus galletas en Phoenix”.
En resumen, ya no es solo la calle principal…hay muchas calles, y puedes hacer negocios en cada una de ellas.
¿Cuál barrera de entrada?
Gracias a internet, puedes tener al alcance de tu mano todo lo que necesitas saber.
Y lo que es mejor aún, muchos de los arduos procesos que dificultaban el comienzo de un negocio, ahora están automatizados: desde plataformas de ventas como Shopify, hasta las plataformas de marketing como las redes sociales, lo que solía costar mucho en términos de conocimientos, tiempo y dinero para configurar ahora son asequibles para casi todos.
El resultado de todo esto es que las ideas que tomaban las grandes empresas, ahora pueden lograrlas las pequeñas…y éstas pueden escalar rápidamente.
Como indica The Week, las pequeñas empresas realmente han dejado de estar con mamá y papá para pasar a ser grandes empresas y ganar mucho dinero –la expresión definitiva de comenzar pequeño hasta ir en grande:
“Las start ups exitosas de internet, aunque generalmente son pequeñas al principio, no se mantienen así por mucho tiempo. La idea es eventualmente hacerse conocida o ser comprada por una firma aún más grande, no por millones, si no por miles de millones de dólares. Estos empresarios buscan transformarse en la próxima sensación, y no obtener una ganancia marginal al invertir en el taller de reparaciones local o en la tienda de mascotas”.El beneficio de esto es que el costo de ingreso (y el fracaso) se ha reducido significativamente, ya que a menudo no hay grandes inventarios, arrendamientos extensos y grandes nóminas salariales. Lo más probable es que los costos más altos sean la pérdida de tu salario de tu trabajo “seguro” y unos pocos cientos o hasta unos pocos miles en costos de tecnología para un sitio web y servicios.
De hecho, el costo es tan bajo que ahora se autoproclaman “emprendedores seriales” que flotan de idea en idea hasta que se quedan en una. A veces trabajan para llegar a fin de mes; a veces superan la inversión totalmente.
Pero siguen empujando hacia adelante porque pueden hacerlo… fácilmente.
Mi propia segunda oportunidad
Recuerdo una historia que Charles Fuller contó sobre la primera vez en que vio un automóvil cuando era niño. Recordaba cuan aterrorizadas estaban las personas, y cuan aterrorizados los caballos. Muchas personas creían que el auto era solo una novedad para los ricos, una moda que pronto pasaría.
Como todos sabemos, el auto pronto reemplazó al caballo como el principal transporte de las masas… y el mundo cambió. El auto hizo la vida más fácil e hizo a muchas personas extremadamente ricas. El caballo ahora es la novedad de los ricos.
Fuller nos contó esa historia para hacernos dar cuenta: Los humanos podían ver esos autos. El auto fue la nueva tecnología que representó la transición de la era del transporte agrario a la era del transporte industrial.
Su punto era que antiguamente podíamos ver los cambios que modificarían nuestras vidas. En la era de la información no podemos notar las transformaciones que están cambiando nuestras vidas. En muchos sentidos, la era de la información es la era invisible.
Hoy, a través del desarrollo de aplicaciones y juegos electrónicos, The Rich Dad Company, mi propia empresa, se encuentra preparada para una segunda oportunidad, la oportunidad de servir a más personas utilizando las herramientas y la tecnología en la era de la Información.
La belleza de las segundas oportunidades es que puedes tener tantas como necesites o desees… sin límites. Cada uno de nosotros tiene el poder de elegir ir detrás de una segunda oportunidad, en lugar de quejarse de lo que podría haber sido.
Y mientras más aprendemos y cada uno de nosotros sea más consciente de que el mundo en el que vivimos está en constante cambio, mayores serán nuestras probabilidades del éxito al comprometernos con una segunda oportunidad.
Tu segunda oportunidad puede comenzar ahora. Al utilizar la tecnología con una misión inquebrantable, realmente no tienes excusa para no iniciar ese pequeño negocio. Si tienes una pasión y una idea, el mundo te está esperando.
La única cosa que te detiene eres tú mismo.
Saludos,
Robert Kiyosaki
Para El Inversor Diario