Cómo el Bitcoin tomó de rehén al mercado de las criptomonedas, y por qué 2019 marca el fin de este ciclo…
Por Jim Rickards
Hasta ahora, el obstáculo más importante de un alza en los precios de las criptomonedas ha sido la “trampa del ‘beta del Bitcoin’”.
¿Pero qué es eso?
En finanzas, “beta” se refiere a la tendencia de dos activos a cotizar con un alto grado de correlación, ya sea positiva o negativa. Si una criptomoneda “A” escala un 10% y una criptomoneda “B” lo hace un 10%, entonces ambas divisas tienen un beta de +1, o correlación absoluta.
El resultado de esto es que las dos criptos irán tanto al alza como a la baja juntas y a aproximadamente la misma velocidad, incluso si tienen fundamentos diferentes.
El segundo problema relacionado al Bitcoin es que está cayendo directamente hacia una cotización de US$ 200 (un valor residual que servirá solo para llevar adelante transacciones criminales) o quizás incluso US$ 0 (el valor de mercado subjetivo sin manipulación ni ilusiones optimistas).
El máximo de fines de 2017 en los precios del Bitcoin, de US$ 20.000, ha demostrado ser la burbuja de activos más grande de la historia, incluso más grande que la fiebre de los tulipanes en 1637 o la burbuja del “Mar del Sur” de 1720. Desde principios de 2018, el precio de la primera criptomoneda ha caído en más de un 80%, hasta su nivel actual de más o menos US$ 3.550.
El problema con los estallidos de burbuja es que no se producen en línea recta. En un desplome de éstos el precio cae precipitadamente, pero luego se recupera brevemente. Esto es porque algunos ven la baja como una “oferta” excelente en comparación con el punto más alto de la burbuja. Sin embargo, el rally no tarda en desvanecerse, y el retroceso implacable retoma su curso.
Además de los cazadores de ofertas (que pierden su dinero rápidamente), hay ciertos tenedores (llamados HODLers, un término del mundo de las cripto) que se niegan a vender, todo por la vana esperanza de que la moneda volverá sus antiguos máximos. Esto no sucederá, claro, pero es una señal de que aún no se ha manifestado la totalidad de la presión de venta sobre el mercado.
Eventualmente, incluso los HODLers más aguerridos verán la realidad y venderán sus monedas, pero es algo que toma tiempo. Así que el declive se mantiene, pero continúa con alzas breves que nunca logran regresar a los máximos del pasado, y mucho menos a los niveles más altos en la historia del activo en cuestión.
Aun así hay mineros con grandes inversiones en activos fijos (computadoras, chips, almacenes, ingenieros y electricidad) que están desesperados por ganar dinero validando Bitcoins y minar nuevas monedas. Su objetivo real es deshacerse de sus inventarios de las coins más viejas, a la vez que impulsan los precios lo suficientemente al alza como para cubrir los costos eléctricos de sus operaciones mineras actuales (lo que implica un precio cerca de los US$ 3.500 por moneda).
Esto da pie a los clásicos fraudes de manipulación de Wall Street, el famoso “pump & dump”, que se traduce como “inflar y soltar”, donde unos pocos mineros se dedican a ventas ficticias y a crear la ilusión de que hay muchas personas comprando ese activo, en un intento por llevar a los más novatos a impulsar el precio de las nuevas monedas. Una vez que el precio sube lo suficiente, los mineros le venden la totalidad de sus inventarios a los novatos. Luego, el precio cae rápidamente, pero la misión de los mineros fue exitosa. Solo les toca esperar a su próximo intento de manipulación.
El siguiente gráfico ilustra la versión más reciente de un pump & dump. Hace poco, desde el 6 al 8 de enero de este año, los mineros y otros jugadores inescrupulosos aumentaron el precio del Bitcoin de los US$ 3.800 a los US$ 4.100. Esto representó una ganancia del 8% en solo dos días. Una vez que el rally atrajo a nuevos compradores, vendieron sus tenencias y el precio volvió a un nivel más bajo, en este caso de US$ 3.600.
A partir de ahí, los mineros se toman un descanso momentáneo, para luego comenzar otra ola de manipulación cuando crean que el momento indicado haya llegado. La próxima vez, todo comenzará desde un nivel más bajo, y los precios no volverán hasta esos US$ 4.100 que vimos hace poco. Sin embargo, se mantendrá la dinámica de engañar a los menos experimentados para impulsar el precio.
En el segundo gráfico que encontrarás a continuación podemos ver el otro fenómeno relacionado al beta del Bitcoin. Aquí notamos la correlación (es decir, un beta alto) entre el Bitcoin y las otras dos criptos más importantes, Ethereum (ETH) y Rizo (XRP).
Tanto ETH como XRP siguieron al Bitcoin durante el rally del 22 de diciembre, el desplome del 24 de diciembre y el pump & dump del 29 de diciembre al 10 de enero.
Mientras esa relación beta sea fuerte, ETH, XRP y las otras criptos más importantes sufrirán la misma inestabilidad y tendencia bajista que el Bitcoin. Incluso las monedas con utilidad verdadera y fundamentos técnicos quedarán atrapadas en la “trampa beta”. Esto, claro, hasta que el Bitcoin se desmorone por completo y el mercado comience a tomar en cuenta los fundamentos de otras criptos, en lugar de padecer la fiebre Bitcoin.
Mira cómo ha sido hasta ahora para estas tres que menciono:
Por lo general, siempre tengo un ojo puesto sobre las divisas fiat más importantes, como el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina, así como las monedas principales de los mercados emergentes, como el yuan, el rublo o el peso.
Ahora, con la explosión de las criptomonedas es hora de incluir estas divisas digitales entre las formas de dinero consagradas. He detectado varias instituciones, incluyendo bancos y empresas tecnológicas que se beneficiarán del auge de las criptomonedas legítimas. Estos son avances emocionantes, con un potencial de ganancias simplemente tremendo para los inversores.
Eso es importante porque ahora está surgiendo una segunda ola (o nueva generación) de criptomonedas, con mejores modelos de control, más seguridad y muchísima más facilidad de uso. Las monedas de la nueva ola representan el futuro de la tecnología cripto. Tienen muchísimo más potencial para reemplazar los sistemas de pagos actuales y los intermediarios financieros, como bancos, brókers y exchanges.
Por un lado, las criptomonedas maduras como el Bitcoin, Ripple y Ethereum sufren de limitaciones e insostenibilidad inherentes. Estas criptos tienen fallas importantes en términos de seguridad para los inversores y en su facilidad de uso. Las soluciones propuestas a estos problemas invariablemente implican alejarse de la promesa original de transacciones seguras y anónimas.
Las autoridades gubernamentales están uniendo sus fuerzas desde todos lados para buscar y frenar cualquier intento de evasión fiscal, fraudes en los mercados de valores, evasión de controles y otras irregularidades.
Las criptomonedas de segunda generación tienen muchas más posibilidades de competir exitosamente con los medios de pago existentes, como Visa, Mastercard, PayPal y el sistema bancario tradicional.
Si queremos medir el valor potencial de estas divisas digitales de segunda generación, podemos considerar el valor de franquicia actual de las instituciones que se verán afectadas. Si estas criptomonedas logran reemplazar los intermediarios que son los gigantes financieros, como el Citibank y el New York Stock Exchange, su valor puede alcanzar los billones de dólares.
Y es aquí donde las cosas se ponen realmente interesantes…
En este momento, está ocurriendo algo en los mercados de las criptomonedas, algo de lo que casi nadie está hablando y pienso que tal vez sea el evento más importante de este mercado en 2019.
Aquellos que están al tanto, se están posicionando silenciosamente para beneficiarse de un anuncio proveniente de una diminuta “IEO”, iniciales en inglés de “oferta de exchange inicial”, que vale solo 12 centavos de dólar.
Los eventos como estos son extremadamente raros. Sólo han ocurrido nueve veces en la historia de este exchange. Y esta IEO podría ser el más grande de todos los tiempos, ya que tiene el potencial de reemplazar al Bitcoin de una vez por todas y terminar con su dominio sobre el mercado cripto.
Para que te des una idea del tamaño de esta oportunidad: ¡estamos hablando de ganancias potenciales de casi un 3.000.000% con el paso del tiempo! Eso convertiría cada US$100 invertidos en más de US$2,7 millones. Y confío en que cualquiera que invierta ahora verá una ganancia del 1.000% solo este año.
Por ahora no puedo revelar más detalles, pero te pido que estés atento a El Inversor Diario y, sobre todo, a mis apuntes en Inteligencia Estratégica, porque pronto volveré con más información.
Saludos,
Jim Rickards