Las filtraciones de información son un tema creciente, y existe un proyecto de “cripto-internet” que podría reescribir el futuro tecnológico (y financiero) del mundo.
Por Nicolás M. Arieu
Para que te hagas una idea, actualmente hay 2.200 millones de usuarios de Facebook, así como 2.500 millones de personas con Smartphones. Google, el portero del mundo digital, procesa 3.500 millones de búsquedas por día.
En un planeta con 7.000 millones de habitantes.
Con estos números ya sabemos que es un hecho que la tecnología asociada a la información está cada día más presente y con una penetración cada vez más profunda en nuestras vidas.
Pero al mismo tiempo, con las violaciones a la seguridad informática en compañías como Facebook o Equifax que fueron noticia hace un tiempo, hoy es obligatorio preguntarse si deberíamos preocuparnos por si nuestra información personal está o no a salvo.
Las compañías tecnológicas más grandes del mercado se han vuelto nuestros amos y señores. Pero siempre hay un precio: hacen nuestras vidas más productivas, pero a cambio de nuestra información personal para uso comercial.
La verdad es que yo nunca tuve ningún problema en compartir mi información con el mundo tech porque, hasta ahora, los beneficios que esto me daba superaban en todo sentido la falta de privacidad. Además, nadie había desarrollado una alternativa.
Sin embargo, puede que esto pronto sea cosa del pasado…
La crisis informática
Las acciones del titán de las redes sociales Facebook (FB) recibieron un durísimo golpe después de se hiciera el foco de noticias poco halagadoras. La compañía de Mark Zuckerberg le proveyó a una firma informática afiliada a Donald Trump, llamada Cambridge Analytica, la información privada de 50 millones de usuarios. Tirando más leña al fuego, Facebook no le informó a ninguno de esos usuarios que estaban siendo utilizados para fines políticos.
Ahora, más allá de la afiliación política, es preocupante pensar que una actividad tan simple como darle me gusta a una publicación, más adelante podría transformarse en un arma capaz de influenciar elecciones políticas.
En años recientes, la información de los usuarios de varias compañías del S&P 500, como JPMorgan, Sony, Home Depot y Wendy’s, ha sido robada. Esto ha llevado a un profundo descontento entre sus clientes y a cierta “humillación pública”.
Sin embargo, la madre de todas las pérdidas de información ocurrió el año pasado con Equifax, en la que se filtró la información crediticia de más de 147 millones de estadounidenses.
Lo ocurrido con Facebook y Equifax sugiere que ya es momento de buscar una solución al modelo centralizado, ya que los costos de confiarle nuestra información a estas entidades están comenzando a sobrepasar sus beneficios.
El blockchain descentraliza el internet
Una de las promesas principales de la tecnología blockchain, que soporta a las criptomonedas, es la creación de un internet nuevo y descentralizado. En los sistemas basados en blockchain se le encomienda a una red distribuida de computadoras almacenar y cuidar información. Para este fin, la red es recompensada con una unidad monetaria conocida como criptomoneda.
Esta nueva forma elimina la necesidad de que una autoridad centralizada controle la información, haciendo prácticamente imposible que un hacker tenga acceso a los datos privados de cada uno.
De esta forma, es posible que la tecnología blockchain de pie a un nuevo mundo digital en el que son los usuarios los que controlan su información. Y esto proveería todos los beneficios del uso de las tecnologías modernas, sin necesidad de confiarle a los big tech todas tus decisiones, información médica y localización, por ejemplo.
En ese sentido, existe un proyecto actualmente en desarrollo llamado “Blockstack”, que se hace llamar a sí mismo un “nuevo internet para aplicaciones descentralizadas”. Esta nueva tecnología combina un sistema de identificación, registros de dominio web y una red de almacenamiento descentralizado, a fin de recrear una red funcional pero sin un enfoque central.
Los inversores están apostando a que este nuevo espacio digital tiene mérito. En 2017, Blockstack recaudó US$ 52.800 millones en una oferta pública de moneda. Y con esos fondos se busca construir una nueva infraestructura descentralizada de internet.
Según la documentación técnica de Blockstack:
“Ésta es una moneda de utilidad pensada para usarse solo con la red Blockstack. Es algo así como una ficha de una maquinita de arcade que solo funciona con ese tipo específico de máquina y se ‘gasta’ cuando juegas. Cuando se desarrolle exitosamente, esta criptomoneda le dará a sus tenedores la capacidad de usar la red Blockstack mediante un registro de activos digitales, como dominios, nombres de usuario y aplicaciones de la red.”
La rueda de financiamiento fue liderada por pesos pesados del espacio cripto, como es el caso de Union Square Ventures, Foundation Capital y Digital Currency Group, y las monedas emitidas podrán ser usadas en algún punto este año.
Es algo para estar atentos.
Por supuesto que aún falta años para que tengamos un internet realmente descentralizado en el que los usuarios puedan controlar su información personal. Sin embargo, las filtraciones maliciosas de información del futuro facilitarán esta transición, ya que los consumidores exigirán más protección a su privacidad y los emprendedores buscarán formas de satisfacer esa demanda.
Por supuesto, que habrá mucho dinero por hacerse en ese camino, y como lector de Agora Publicaciones serás el primero en saberlo.
Que tu dinero trabaje para ti.
Nicolás Arieu,
Nicolás M. Arieu es editor para Especulación Inteligente y Micromovimientos Millonarios para Estrategias Alpha en Agora Publicaciones.
PD: Quien dentro de las grandes compañías tecnológicas está apostando fuerte a las criptomonedas es Amazon. De hecho, hemos preparado un informe especial al respecto, que puedes ver haciendo click en este enlace.