Comenzar lo más pronto posible resulta especialmente útil a la hora de ahorrar para alcanzar la libertad financiera. Y ahorrar para separar parte de tus ingresos y ponerlos “a trabajar” en el sistema es la piedra fundamental de esa libertad.
Por Nicolás M. Arieu
Lo primero es la pregunta: ¿Qué es el interés compuesto?
Es el dinero que ganas reinvirtiendo todos los rendimientos o intereses que obtienes con una inversión. Y no es una locura decir que son la forma con la que los ricos se vuelven más ricos.
Acá hay un ejemplo clásico: digamos que alguien te ofrece elegir entre recibir US$1 millón en efectivo ahora mismo o US$ 0,01 el primer día, duplicando esa cifra todos los días por 31 días.
¿Cuál escogerías?
La respuesta correcta es la segunda opción, ya que esa cantidad terminará sumando US$ 10.737.418,24.
Suena imposible, pero las matemáticas no mienten:
Día 1: US$ 0,01
Día 2: US$ 0,01 x 2 = US$ 0,02
Día 3: US$ 0,02 x 2 = US$ 0,04
Día 4: US$ 0,04 x 2 = US$ 0,08
Día 5: US$ 0,08 x 2 = US$ 1,6 (¡tu primer dólar!)
Día 11: US$ 10,24
Día 22: US$ 20.971,52
Día 31: US$10.737.418,24
Con este ejemplo debería ser más fácil entender por qué muchos le atribuyen a Albert Einstein decir que el “interés compuesto es la fuerza más poderosa del universo.”
“Compuesto”, entonces, es el proceso de generar más retornos al reinvertir las ganancias de un activo específico.
Este proceso requiere de dos cosas para funcionar:
1. Efectivamente reinvertir las ganancias.
2. Tiempo.
Los intereses compuestos pueden ayudar a tu inversión inicial a experimentar un crecimiento exponencial con el paso del tiempo. Es la mejor herramienta para los inversores más jóvenes y la mejor razón para empezar a invertir lo más pronto posible.
Revisemos unos cuantos ejemplos de intereses compuestos:
Ejemplo #1: Las acciones de Apple
Según una herramienta del sitio Morningstar, una inversión de US$ 10.000 en acciones Apple (AAPL) hecha el 31 de diciembre de 1980 hubiese crecido hasta los US$ 2.709.248 al cierre del 28 de febrero de este año. Eso se traduce en retornos anuales del 16,75%, incluyendo la reinversión de todos los dividendos pagados por la compañía a sus accionistas.
Apple comenzó a pagar dividendos en 2012. Incluso de no haberlo reinvertido, el balance final hubiese sido de US$ 2.247.949.
Si bien es cierto que Apple es una de las compañías más exitosas sobre la faz de la Tierra y que su acción termina siendo un ganador año tras año, la realidad es que los intereses compuestos también funcionan para, por ejemplo, el más sencillo de los ETF…
Ejemplo #2: El SPDR S&P 500 ETF (SPY)
Tomemos el caso del SPDR S&P 500 ETF (SPY), del que hablábamos más arriba. Este ETF replica el comportamiento del S&P 500, el índice que por excelencia refleja el comportamiento del mercado como un todo.
De haberlo mantenido por 20 años hasta el 28 de febrero del 2017, una inversión de US$10.000 en este fondo realizada el 28 de febrero de 1997 hubiese crecido hasta los US$ 42.650.
De la misma forma, esto asume que reinvertiste en este mismo fondo todas las distribuciones de dividendos, intereses o ganancias capitales que recibiste del mismo. Sin haberlo hecho, habría crecido hasta los US$ 29.548.
¿Ves la diferencia a la hora del riesgo? ¿Quién habría invertido todo en Apple en 1980? Por eso digo lo de poner un pequeño porcentaje de la cartera en acciones de este tipo, que puedan agregarle pimienta extra a algo más seguro.
Comenzar pronto es clave
Otra manera de ver el poder del interés compuesto es comparando qué tan reducida sería tu inversión inicial si comenzaras antes a alcanzar una meta con respecto a si lo hicieras más adelante.
Algo de esto vimos hace un par de semanas cuando hablamos del cálculo del Número Mágico, ¿lo recuerdas?
Entonces… un joven de 25 años que quiera acumular US$ 1 millón para cuando cumpla los 60 necesitaría invertir US$ 880,21 cada mes, asumiendo unos retornos constantes del 5% anual.
Un adulto de 35 años que quiera acumular US$1 millón para cuando cumpla los 60 necesitaría invertir US$ 1.679,23 cada mes, asumiendo unos retornos constantes del 5% anual.
Y un señor de 45 años que quiera acumular US$ 1 millón para cuando cumpla los 60 necesitaría invertir US$ 3.741,27 cada mes, también asumiendo retornos constantes del 5% anual. Estamos hablando de casi cuatro veces la inversión que precisa el joven de 25 años.
Por eso comenzar lo más pronto posible resulta especialmente útil a la hora de ahorrar para alcanzar un objetivo financiero determinado. Ahorrar para separar parte de tus ingresos y ponerlos “a trabajar” en el sistema financiero es la piedra fundamental de la libertad financiera.
¿Dudas, preguntas? Escríbenos sobre tu caso a ver cómo podemos ayudarte.
Que tu dinero trabaje por ti.
Nicolás
Nicolás M. Arieu es editor para Especulación Inteligente.
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina. El Inversor Diario te permitirá acceder a información exclusiva sobre los mercados internacionales y puedes suscribirte haciendo click aquí.