La próxima tendencia que revolucionará el mercado ya está comenzando a hacerse sentir. No dejes de formar parte del grupo de inversores pioneros que ganarán con esta disruptiva tecnología.
Por Nicolás Arieu
Las llamas ardían en el casino Montreux.
El fuego también carbonizó un estudio de grabación que una famosa banda de rock había reservado para una sesión libre el día siguiente.
Los miembros de la banda no podían sino ver horrorizados cómo las llamas iluminaban la noche.
Era 1971, y el fuego en el firmamento junto al humo flotando sobre el agua terminaría inspirando la canción más famosa del grupo.
Puede que algunos ya se hayan percatado de que la banda en cuestión era Deep Purple, y de que hablábamos de la canción “Smoke on the Water” (“humo sobre el agua”).
El icónico riff del bajo fue lo que me motivó a aprender a tocar la guitarra, e incluso me hizo considerar una carrera en el mundo de la música…
Mis aspiraciones roqueras no duraron mucho.
Sin embargo, gracias a científicos de la Universidad de Washington, Microsoft y Twist Bioscience, pronto esa canción podría vivir para siempre… literalmente.
Resulta que hace poco, los investigadores de estos tres complejos llevaron a cabo un singular experimento que involucraba almacenar la canción “Smoke on the Water” en una secuencia de ADN.
No dudo de que ya hayas escuchado o sobre el ADN. El “ácido desoxirribonucleico” es una de las moléculas más pequeñas en todos los organismos de la Tierra. El único propósito de estas moléculas es almacenar información.
El día de hoy quiero darte un pantallazo directo a la incipiente industria de almacenamiento de información en el ADN.
Todas las señales apuntan a que la tecnología de la que voy a hablarte se está convirtiendo en el futuro del almacenamiento de información, algo que sin duda generará fortunas con el paso del tiempo.
Una industria multimillonaria escondida en nuestro “código”
Debido a sus propiedades de almacenamiento tan únicas, los científicos siempre han visto al ADN como la forma definitiva de guardar información.
En 2012, científicos de Harvard lograron almacenar el texto de un libro usando ADN. Desde entonces, los investigadores han guardado el equivalente a 900.000 millones de páginas de texto simple en un solo gramo de ADN. Además, han podido releer esa información correctamente.
De hecho, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de los Estados Unidos (DARPA, por sus siglas en inglés) quedó tan impresionada con esta tecnología, que hace poco financió estudios para avanzar más en este campo.
Si tienen éxito, esta podría ser la respuesta al problema de almacenamiento de las crecientes cantidades de información que estamos generando.
Y adivina qué… ¡Sí, lo lograron!
En los últimos 12 meses, el equipo ha pasado de almacenar impresiones genéticamente a almacenar música capaz de ser descodificada sin sacrificar una pizca de calidad.
Macrodata = macroganancias
El ADN es increíblemente pequeño, es capaz de almacenar toneladas de información, es barato y tiene una vida útil muy larga. Podrían pasar 10.000 años y no sería obsoleto. Compara eso con tus dispositivos magnéticos de silicona, que se degradan con el paso del tiempo y deben reemplazarse cada 10 años.
Pero lo que resulta más atractivo para el ADN es su abundancia.
Debido a la creciente necesidad de nuevos métodos de almacenamiento, ¡esto resulta muy importante!
La cantidad de información que manejamos está explotando tan rápido, que para mantenernos al día se están creando palabras nuevas. Los días de los gigabytes, terabytes y pentabytes son cosa del pasado.
El mundo ahora habla de exabytes, zettabytes y yottabytes.
¡Las cosas avanzan tan rápido que probablemente creas que estoy inventando esos nombres!
Pero son reales. Y esta tendencia informática es sumamente importante para los inversores.
Solo para que estés al tanto, 1 yottabyte equivale a 931.322.574.615.480 gigabytes. Estamos hablando de la capacidad de almacenaje de 100.000 millones de laptops de alto nivel.
E incluso mientras apenas comprendemos la magnitud de ese número, uno que otro ya está discutiendo los brontobytes, el próximo escalón en esta escalera informática.
Pero en fin, mejor hablemos en palabras y números que tú y yo podamos comprender…
Se acerca el procesador humano…
Para el año 2020, todos los humanos generaremos aproximadamente 1,7 MB de información por segundo. ¡Eso equivale a 146.880 MB por persona todos los días!
A medida que la información aumente, también lo hará la necesidad de espacio para ésta.
Seguramente ya hayas escuchado de “la nube”. Pero antes que nada, recordemos que una nube necesita una sede principal para funcionar.
Y resulta que las granjas de servidores y los procesadores no son para nada baratos…
Además, los costos más altos no son el único factor en juego aquí. El problema real es que considerando la explosiva tasa de crecimiento de la información, se espera que muy pronto no haya más silicona capaz de usarse en el almacenamiento de la misma.
Las firmas del sector están haciendo todo lo que pueden para encontrar una solución al problema que saben podría lastimar –corrección, arruinar– su negocio.
La respuesta es tu ADN
Sin importar si eres un insecto, una papa o el Presidente Trump, tu ADN es donde se guarda tu información más importante.
Y ahora que los científicos han descubierto cómo guardar información en tu ADN, los problemas de almacenamiento digital que enfrentaba el mundo ya están prácticamente resueltos.
Cuando se perfeccione esta tecnología, toda la información que existe hoy en día (hablo de toda la información almacenada en los miles de centros de información esparcidos por el mundo) simplemente se podrá guardar en una cantidad de ADN que podría entrar en un remolque.
Es precisamente por esto, que las compañías más importantes del almacenamiento de información están invirtiendo en grande en esta tecnología.
En los últimos cinco años, el sector de centros de información ha recibido más de US$45.000 millones de capital de inversión.
Aquí es donde fluye el dinero inteligente. Y esa cantidad sigue creciendo.
Hay varios emprendimientos que ven al ADN de la misma forma que la gente veía la silicona a finales de los 80’s y principios de los 90’s. Por ejemplo, Intel, AMD, Qualcomm…
Millones de dólares corriendo por tus venas… (¡Adiós silicona, hola ADN!)
Si bien no queda duda de que el ADN tiene enormes capacidades de almacenaje, lo cierto es que también ofrece una colosal oportunidad de inversión.
Las compañías como IBM, Google, Facebook, Apple y Microsoft están investigando el uso de ADN para almacenar enormes cantidades de información digitalizada.
Sin embargo, tal vez te conviene echar un vistazo a las compañías más pequeñas que se dedican exclusivamente a esta incipiente tecnología.
Aquí tienes una lista con las mejores firmas de este espacio:
– Evonetix: fundado en 2015, este emprendimiento británico ha recibido US$14 millones para financiar el desarrollo de tecnologías que le permitan crear cadenas largas de ADN de forma certera y a escala, algo necesario para el almacenamiento con ADN.
– Catalog: desde su lanzamiento en 2016, esta startup de Massachusetts ha acumulado US$9,3 millones de financiamiento proveniente de un grupo diverso de inversores. Tal vez te interese saber que Baidu, el gigante del internet chino, es uno de estos inversores.
– Twist BioScience: este emprendimiento oriundo de San Francisco está a la cabeza del sector. Cuenta con más de US$253 millones de financiamiento proveniente de 24 inversores diferentes, entre los que encontramos Illumina y Fidelity, conocidos gestores de activos. Gracias a que cerró una ronda colosal de financiamiento Serie D, Twist podría tener suficiente capital como para pensar seriamente en una IPO.
Desafortunadamente, ninguna de estas firmas pequeñas cotiza en la Bolsa… ¡Aún!
Hay mucho dinero entrando en el nuevo “Blood Valley”, y quiero asegurarme de que seas testigo cómo se aproxima esta enorme tendencia.
Haz que tu dinero trabaje por ti.
Nicolás Arieu
Nicolás M. Arieu es editor para Especulación Inteligente en Agora Publicaciones.
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina. El Inversor Diario te permitirá acceder a información exclusiva sobre los mercados internacionales y puedes suscribirte haciendo click aquí.