Hay peligro, pero en última instancia los bancos centrales intervendrán con un alivio adicional si la crisis empeora. Eso significa que habrá más dinero fácil disponible para apuntalar los mercados.
Por Nomi Prins
La deuda global ha vuelto se ha disparado desde la explosión de la crisis financiera debido a que los bancos centrales han distorsionado los mercados y, en particular, alimentado burbujas de deuda.
Gran parte de ese aumento proviene de las economías de mercados emergentes, especialmente de China. De hecho, una cantidad récord de deuda emergente se ha acumulado durante la última década, principalmente en dólares.
Es por eso que durante mucho tiempo he venido explicando que el primer factor en colapsar en la próxima crisis probablemente sea la deuda emergente.
El endeudamiento no es un problema cuando los dólares están baratos, las tasas de interés bajas significan otorgan un bajo costo para ese servicio.
El problema comienza cuando la Fed sube las tasas o el dólar se fortalece, incluso temporalmente. Cuanto más sube la moneda estadounidense en relación a otras divisas, más monedas emergentes y mercados relacionados caen. La deuda denominada en dólares se vuelve demasiado costosa para amortizar o pagar a medida que ésta sube en relación con las monedas emergentes. Esto es lo que sucede antes de que un default se convierta en la única opción viable.
Esta situación se vuelve más peligrosa incluso que las burbujas de activos porque la deuda requiere ser pagada según un cronograma establecido. Si un país no efectúa algún pago, podría activar una reacción en cadena de defaults.
Es por eso que una crisis de países emergentes podría convertirse rápidamente en una crisis global. En el mundo actual de globalización financiera, cualquier crisis remota puede convertirse en un problema internacional en cuestión de segundos. Esa es la realidad de los mercados actuales.
Y obviamente, también podría tener importantes ramificaciones para tus propias finanzas e inversiones.
¿Cómo llegamos a esta situación?
Debido al ciclo de alza de tasas de la Fed y su proceso de ajuste cuantitativo (QT), el dólar se ha vuelto mucho más fuerte. El dólar ha subido un 6,8% solo desde fines de enero. Y eso pone a los mercados emergentes bajo una presión considerable.
Los inversores están huyendo con sus dólares de las economías de los mercados emergentes, para ir a parar en activos en dólares y en los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Como la propia Fed ha advertido sobre este escenario, “si estos riesgos se materializaran, podría haber un aumento en la demanda por activos seguros, en particular por los bonos del Tesoro de Estados Unidos”.
Eso inicia un círculo vicioso que solo fortalece al dólar y debilita aún más las monedas emergentes. En otras palabras, los mercados emergentes se ven privados de dólares en el momento en que más los necesitan.
Ahora hablemos de Turquía.
El pánico se extendió por los mercados globales el viernes 10 de agosto cuando la lira turca cayó en picada después de que la administración Trump anunciara su plan para duplicar los aranceles sobre las importaciones de aluminio y acero.
Aunque está a medio planeta de distancia, Estados Unidos podría sufrir un gran impacto. Al igual que otros mercados emergentes, Turquía pidió prestada una gran cantidad de dinero en dólares estadounidenses después de que la Reserva Federal iniciara su ciclo de tasas de interés cero a raíz de la crisis financiera.
Turquía pidió prestado tanto que su deuda actual en moneda extranjera supera el 50% del total. Ahora el país tiene una inflación del 15% y una moneda en peligro.
Entonces, a medida que la Fed sube las tasas y el dólar se fortalece, pagar ese dinero se está volviendo mucho más difícil. Y este aumento en el costo de los pagos de la deuda hace que los incumplimientos sean mucho más probables.
El banco central de Turquía necesitará elevar las tasas para defender su moneda, colocando al gobierno y a la economía en una posición difícil.
La lira se ha mantenido firme en los últimos días, pero esta dinámica podría llevar mucho tiempo hasta llegar a su desenlace. No asumas que la crisis ha terminado.
Los bancos europeos que están expuestos a la situación de Turquía, junto con los bancos estadounidenses conectados a esos bancos europeos podrían enfrentar graves dificultades, al igual que los fondos de mercados emergentes. La debilidad en una economía emergente conduce a una pérdida de confianza de los inversores en los demás actores. Hemos visto esta película antes.
Pero lo que está sucediendo en Turquía en este momento no debería ser tan sorprendente, dada la actitud del presidente de la Fed, Jerome Powell, hacia los mercados emergentes.
Volviendo al pasado mes de octubre, sus palabras ofrecen una idea de lo que vendrá.
Powell era entonces el número dos en la Fed cuando articuló públicamente su perspectiva sobre el ajuste de las tasas de interés, el aumento del dólar y el impacto de ambos en los emergentes.
Admitió que las tasas de interés más altas de los Estados Unidos y el debilitamiento de las monedas de los mercados emergentes “podrían hacer que el capital regrese a las economías avanzadas”. Pero, a diferencia de aquellos que realmente prestan atención, él no estaba preocupado. Creía que el “resultado más probable” de ese cambio de política para los mercados emergentes “será manejable”.
La declaración de Powell es importante. Ahora comanda al banco central con mayor influencia en los activos en el mundo. Y en ese momento parecía negar que la Fed fuera, como lo resume Zero Hedge, el “principal determinante de los flujos de capital en las economías en desarrollo”.
Más tarde, ya como presidente de la Fed, volvió a enfatizar esa posición en una reunión del FMI y el Banco Nacional Suizo en Zúrich.
Según Powell:
“Hay buenas razones para pensar que la normalización de la política monetaria en las economías avanzadas debería seguir siendo manejable para los emergentes. Los mercados no deberían sorprenderse por nuestras acciones si la economía evoluciona de acuerdo con las expectativas.”
Pero su argumento pierde un punto central. Omitió que fue la política de bajas tasas de interés de la Reserva Federal la que permitió a los países pedir prestado tanto como lo hicieron.
Si el dinero es barato en todo el mundo, las tasas más altas son absolutamente importantes. Parece que simplemente no entendió cómo funcionan las entradas de efectivo, lo que explica por qué no estaba preocupado por las salidas.
Él cree que si la Fed sube las tasas (“normaliza la política monetaria”, que es lo que ha estado haciendo) y hace que el dinero fluya fuera de los países de mercados emergentes, no es su culpa.
Pero Powell no estaba solo en su descuidado enfoque hacia los mercados emergentes.
Aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha expresado su preocupación por el impacto del aumento del dólar y las tasas en los mercados de países emergentes, recientemente dijo que una reversión de las tasas sería “delicada y no afectará el crecimiento de los emergentes”.
Bien, ahora pregúntale a Turquía qué tan ordenado ha estado todo en su país…
Pero los flujos de capital no serán lo único negativo para los mercados emergentes si la Fed continúa aumentando las tasas. También podríamos ver que los intereses denominados en dólares sobre la deuda se vean comprometidos si se continúa con esta política.
También hay una razón considerable para permanecer cautelosos no solo sobre los mercados emergentes, sino también sobre los gobiernos y las empresas con demasiada exposición al dólar.
¿Cómo afectará la situación actual a la política de la Fed en el futuro?
A pesar de los comentarios previos de Powell, el aumento actual del dólar da motivos para creer que la Fed no se endurecerá tan rápido como se espera que ocurra este año. Un alza de tasas en septiembre, que parecía casi segura hace poco tiempo, ahora está en duda.
Volver a fortalecer a la moneda estadounidense en este momento solo arrojarían más combustible al fuego.
En última instancia, los bancos centrales intervendrán con un alivio adicional si la crisis empeora. Eso significa que habrá más dinero fácil disponible para apuntalar los mercados.
Eso también quiere decir que las acciones técnicamente podrían continuar aumentando sobre la base de efectivo o dinero prestado por un período aún más largo. No te sorprendas si las acciones se mueven aún más alto de los niveles en los que se encuentran.
Así es como funciona el dinero fácil para mover los mercados.
Nomi Prins
Nomi Prins es editora colaborativa para el servicio de Inteligencia Estratégica de Agora Publicaciones.