Si quieres hacer una diferencia significativa a corto plazo para ti y tu familia, hoy te traigo tres consejos que a mí me ayudaron a forjar mi propia riqueza.
Por Mark Ford
Yo pensé que sabía lo que significaba “clase media”.
Entendía por ello la mayoría de los trabajadores de los países del mundo desarrollado (plomeros, electricistas, maestros, policías, enfermeras, abogados, etcétera).
Y si me hubieras preguntado cuántos estadounidenses formaban parte de la clase media, te hubiera dicho que al menos el 50%.
Pero según Charles Hugh Smith, autor del excelente blog Of Two Minds, eso no es tan así…
El número real de estadounidenses de clase media ha disminuido a lo largo de los años. Según él, hoy “clase media” describe solo el 10% de los hogares de Estados Unidos. El 10% que se encuentra justo debajo del 10% más rico.
Según Smith, al “80% inferior” le faltan los atributos esenciales de un estilo de vida de clase media que alguna vez fue alcanzable con un ingreso mucho más modesto.
Por fuera de los ingresos de cada persona, Smith incluye estos criterios en su definición de clase media: buen seguro de salud, de 25% a 50% de equidad en un hogar, la capacidad de ahorrar al menos 6% de sus ingresos, mucho dinero en un plan de jubilación, la capacidad de cubrir sus deudas y gastos si uno de los asalariados principales de su hogar pierde su trabajo, vehículos para cada asalariado, no depender de la asistencia del gobierno, “riqueza generacional” (en forma de reliquias familiares, metales preciosos, etcétera) que puedes heredar, la capacidad de invertir en los niños (educación, clubes, capacitación) y el tiempo libre para una sana aptitud física, espiritual y mental.
Te invito a pensar si hoy cumples con todos estos criterios.
No te sientas mal si la respuesta es no. Dudo que el 50% de la población, en Estados Unidos o no, pueda pasar esta dura prueba.
Pero volviendo al punto general, decir que la clase media es más pequeña de lo que era durante mi infancia, suena verdadero.
Según el think tank Pew Research Center, en los últimos 40 años en Estados Unidos el patrimonio neto de las personas solo ha aumentado en el 10% superior de la población.
Los salarios promedio, mientras tanto, han quedado planchados. E incluso con una definición más de izquierdas de clase media, los hogares que cumplen con esos criterios han disminuido en un 11%.
Esto ha sucedido por muchas razones. Gran parte de esto tiene que ver con una alianza poco saludable entre el Estado y las grandes instituciones financieras.
Pero no estoy acá para quejarme.
Estoy acá para preguntarte qué puedes hacer al respecto.
Mi punto de vista es que es muy poco lo que puedes hacer que consiga una diferencia significativa. Sí, puedes firmar peticiones, escribir cartas y, por supuesto, votar, pero la relación entre todo ese tipo de actividades “políticas” y la economía es pequeña y casi siempre a largo plazo.
En cambio, si quieres hacer una diferencia significativa a corto plazo para ti y tu familia, te sugiero lo siguiente:
1: Usa tu tiempo en ser productivo
Deja de quejarte.
Apaga las noticias.
Desconéctate de las redes sociales.
No ocupes tu tiempo en leer, escribir o hablar sobre el estado de la economía y demás cosas.
Concéntrate.
Tú, y nadie más que tú, es el único responsable de la salud y el estado de tus finanzas, así que deja de perder el tiempo. Ahora es el momento de usar tus “horas de ocio” para hacer algo productivo.
¿Ganas plata quejándote, preocupándote o, peor, navegando en el océano de las redes sociales? Listo, no tengo más que agregar.
2: Gana más dinero
Si estás empleado en una empresa o negocio determinado, necesitas convertirte el mejor y más valioso empleado del lugar. Si trabajas de forma independiente necesitas adquirir más clientes y aprender a duplicar o triplicar tu tarifa por hora. Si eres dueño de un negocio, debes hacer crecer y diversificar tu negocio.
Y mientras haces eso…
3: Deja de tratar de ser un gran inversor
Invertir es importante y puede ayudarnos mucho a financiar proyectos de largo plazo, como la universidad de tus hijos o tu propia jubilación.
Pero convertirte en un inversor a tiempo completo es muy difícil y no lo recomiendo.
En su lugar, recomiendo que te conviertas en un generador de riqueza.
El crecimiento de la riqueza es mucho más que comprar y vender acciones. Se trata de aumentar tu patrimonio neto invirtiendo en múltiples activos generadores de ingresos. Se trata de crear flujos de caja secundarios y terciarios, comprender cómo diversificar tus negocios e inversiones y evitar los gastos de desvío de riqueza.
Porque la verdad es que aumentar tu patrimonio neto requiere mucho más que una buena selección de acciones.
A eso he dedicado buena parte de mi vida y es probablemente lo que seguiré haciendo hasta que muera.
Estate atento si quieres seguir mis pasos. Nos mantendremos en contacto.
Saludos,
Mark Ford