Puedo decir con honestidad que las criptomonedas son lo más emocionante que he visto desde que comencé a usar el world wide web en 1992.
Por James Altucher
A) Las criptomonedas no son solo una moda. Las monedas se benefician de dos tendencias de 5.000 años de antigüedad. Son las siguientes, expresadas de forma lineal:
1) Todas las industrias pasaron por el ciclo de Teísmo ==> Humanismo ==> Dataísmo. Por ejemplo, hace 2.000 años, si te enfermabas se asumía que habías pecado y para curarte lo que harías sería rezar o pensarías que Dios te estaba castigando. Hace 20 años, irías a un doctor y te tomarías una aspirina. Hoy en día, te harías un electrocardiograma, una ecografía, pruebas genéticas y demás para diagnosticarte y determinar la mejor solución.
El dinero ahora está pasando por “en Dios confiamos” ==> en Benjamin Franklin confiamos (los dólares) ==> criptomonedas (en la información confiamos).
2) Trueque ==> almacenamiento físico de valor (oro, plata, etc.) ==> dinero respaldado por metales ==> papel dinero ==> dinero bancario ==> dinero enteramente digital (las criptomonedas).
Estas tendencias no se van a ningún lado. Solucionan grandes problemas que se generan en diferentes escenarios y situaciones, y las criptomoendas tienen asientos de primera fila en ambas de estas milenarias tendencias.
B) Las “cripto” monedas en realidad no son cripto. De hecho, detesto este término. Si alguien pregunta “¿qué es Amazon?”, yo no diría que es una “aplicación de software que se asienta sobre un protocolo TCP/IP.” Nadie diría eso. Y sin embargo, esa es una manera totalmente válida de describir qué es Amazon.com.
Yo digo “es una tienda.”
“Cripto” se refiere a un aspecto del bitcoin que lo hace seguro. Emplea una rama de la matemática llamada “criptografía asimétrica”. Pero estar al tanto de esto no provee entendimiento alguno de las divisas virtuales más allá de que son seguras en una forma confirmada por los matemáticos.
Sería mejor llamarlas “monedas de datos” o simplemente “monedas”.
Y el tercer punto…
C) Las criptomoendas en realidad no son monedas. Una moneda cuenta con dos cosas:
– Un almacén de valor: por ejemplo, uno podría decir “tengo US$ 1 millón”. Se trata de una cifra que está guardada en un banco y que quien la menciona está seguro de tenerla.
– Un mecanismo de transacción: por ejemplo, con US$ 1 uno puede entrar a una tienda y comprar un café.
Bitcoin cumple con el primer requisito pero no con el segundo (a no ser que quieras esperar diez minutos cada vez que compres café, porque eso es lo que tarda procesarse una transacción de bitcoin.)
Muchas otras divisas virtuales cumplen el segundo requisito pero no necesariamente el primero. Hay otras que cumplen con ambos. Pero he aquí donde la tecnología blockchain detrás del bitcoin resulta más disruptiva para los modelos existentes:
D) Las criptomonedas son contratos y, eventualmente, reemplazarán todas las leyes contractuales actuales. El apogeo de las ICOs (ofertas iniciales de divisa) se debe a que puedes programar la funcionalidad similar a la de un contrato en una moneda.
Por ejemplo, una divisa llamada “Filecoin” tiene un contrato implícito que dicta que cualquiera que posea un filecoin está permitiendo, a través del contrato incluido en la misma divisa, que la gente comparta documentos en esa divisa. Esto crea un depositorio decentralizado.
Las criptomonedas ahora se pueden emplear como reemplazo de garantías, testamentos y muchos otros tipos de contratos básicos. El campo completo de la ley contractual tiene un mercado de unos US$ 400.000 millones o más, y será completamente reemplazado por, y generará el apogeo de, las criptomonedas legítimas.
E) El 95% de las divisas virtuales o son estafas, o en última instancia terminarán valiendo absolutamente nada. Al igual que en cualquier otro campo con mucho movimiento, los estafadores ya están haciendo de las suyas. Esquemas Ponzi, divisas falsas, exchanges hackeados, etcétera.
Pero, al igual que en todas las áreas de la vida, esto terminará siendo regulado, los criminales terminarán tras las rejas y las divisas legítimas prosperarán. Esto es exactamente igual que el internet a finales de los 90. No querías evitar el internet gracias a las ganancias extraordinarias, pero sí te querías mantener alejado de todas las estafas.
F) El gobierno estadounidense secretamente adora las criptomonedas. Sin ellas, ¿cómo podría transportar millones de dólares a países arrasados por la guerra para pagarles a los caudillos de guerra y a los terroristas? Si crees que esto es solo una teoría conspirativa, tal vez quieras pensarlo dos veces.
G) Las divisas virtuales no son dinero por decreto. Existe un respaldo explícito en el valor de las criptomonedas, a diferencia de los billetes de dólar o incluso los lingotes de oro odian escuchar. Un billete de un dólar tiene valor porque creemos que ése es el caso y confiamos que el gobierno estadounidense velará por el valor del dólar al no reimprimir demasiados billetes.
Un trozo de oro tiene valor porque hemos empleado éste y otros metales preciosos como dinero por años. También tienen valor porque es necesario realizar un trabajo considerable para extraer un poco de oro y, además, hay existencias limitadas del metal en la Tierra.
Pero las criptomonedas están diseñadas para regular el crecimiento desenfrenado, ya que no pueden imprimirse a voluntad como las divisas por decreto. Las criptos deben ser “minadas” digitalmente, de la misma forma que el oro físicamente.
H) Jamie Dimon, jefe de Goldman Sachs, erróneamente llamó a las divisas virtuales una moda. He aquí el porqué:
Jamie Dimon maneja un banco que tiene dólares. Si la gente dejara de usar esa divisa, también dejaría de usar el banco de Dimon. Así que es lógico que diga que el “bitcoin es una moda”. No quiere que su institución quiebre.
Siempre tienes que buscar motivos ocultos en todos lados, incluso conmigo.
¿Cuáles son mis intenciones? Yo simplemente quiero ganar mucho dinero al discernir entre las divisas virtuales legítimas y las ilegítimas.
En Agora Publicaciones trabajamos duro para lograr este fin. Y en lo personal me complace ser de los primeros en subirse a las nuevas tendencias.
Y puedo decir con honestidad que las criptomonedas son lo más emocionante que he visto desde que comencé a usar el world wide web en 1992.
Seguiremos en contacto.
James.