Si quieres tener éxito en las inversiones, debes evitar incurrir en las prácticas erradas por las que se inclina la mayoría
Por Robert Kiyosaki
Estimado lector,
Cuando iba a la escuela, mi maestra decía “Isaac Newton descubrió la ley de gravedad sentado a la sombra de un árbol de manzanas. Cuando una manzana golpeó en su cabeza, se dio cuenta de que las manzanas siempre caen en la tierra y no vuelan por los cielos”.
A medida que los mercados bursátiles surcan los cielos, muchas personas parecen creer que la Madre Naturaleza ha derogado las leyes de la gravedad. Cada vez que escucho a alguien decir “es la nueva economía”, es lo mismo que decir: “Las manzanas ya no se caen de los árboles”.
Mi padre rico solía decir: “No estoy seguro de si la historia se repite. De lo que sí estoy seguro es que todas las generaciones de nuevos inversores siempre repiten los mismos errores. Hay dos en particular que son muy comunes:
1. Dejan su dinero en el tablero de juego por demasiado tiempo.
2. Cuando la temperatura sube en el mercado, se vuelven codiciosos y se olvidan de las leyes de la naturaleza.
Ambos errores implican un precio muy alto a pagar.
Quién pierde dinero
Millones de personas han perdido miles de dólares por no respetar las leyes de la naturaleza. Uno de los principios o leyes fundamentales que estas personas no respetan es la de Newton: Por cada acción, hay una reacción igual y opuesta. En términos más sencillos, la ley de gravedad establece que lo que sube en un comienzo, eventualmente baja.
Al dejar dinero en el tablero de juego e invertir a largo plazo en instrumentos que no podrías abandonar sin tener que pagar multas o comisiones significativas, los inversores promedio están violando las leyes de la naturaleza sin saberlo.
A diferencia de los anteriores, los inversores que saben lo que hacen respetan y actúan en función de las leyes de la naturaleza. Si van en contra de las leyes de la naturaleza, saben que la naturaleza finalmente ganará. Por esa razón, hacen oídos sordos a las recomendaciones de los vendedores o asesores financieros. Y en lugar de ello, siguen las leyes de la naturaleza, lo que quiere decir que prestan especial atención a las tendencias.
Tendencias que merecen tu atención
Las tendencias se encuentran en cambio constante. En lugar de diversificarte dentro de una sola clase de activos, como los activos en papel, mi padre rico siempre nos alentó a su hijo y a mí a mantener el dinero en movimiento, armando posiciones en las diferentes clases de activos. Si existe la oportunidad de obtener un rendimiento mayor en un negocio en particular, no hay duda de que voy a poner capital ahí.
De aparecer oportunidades de alto potencial en el sector inmobiliario por ejemplo, de seguro voy a estar presente en ese mercado. Si tuviese un excedente de efectivo que requiere de un destino temporal, lo colocaría en activos en papel como un fondo de cobertura o un bono libre de impuestos que pague un interés de al menos 7%.
Es muy raro que deje mi dinero en un banco, sobre todo con las tasas de interés actuales. La decisión de tener dinero en un banco nos lleva a la pérdida asegurada, debido a que la inflación y los impuestos reducen el valor de ese capital. También se trata de dinero que no está trabajando por ti, lo que te lleva a ti a trabajar para ganar más dinero.
Si te hablo desde mi experiencia personal, considero que tiendo a ser un inversor. Con esto quiero decir que empleo capital para adquirir un activo y luego retiro ese dinero mientras mantengo el activo. Un trader, por definición, compra y vende activos por dinero. En la mayoría de los casos, yo solo muevo el dinero parcialmente.
Sé que la mayoría de los asesores financieros dice que ésta es una estrategia arriesgada. Sin embargo, permíteme explicarte por qué realmente no lo es si cuentas con experiencia y educación para invertir en distintas clases de activos.
Una de las razones por las que invertir en diferentes clases de activos es menos riesgoso que un plan de retiro promedio es que mueves tu dinero de las distintas posiciones de dinero lo antes posible, en lugar de dejar ese capital atrapado en un solo lugar. Eso significa que, de desplomarse el mercado, o de cometer un error imperdonable, el activo puede irse a pique, pero no sufrirás las consecuencias si no tienes todo tu dinero invertido en ese instrumento.
La idea es adquirir activos y mantener tu dinero en movimiento.
¿Qué tan rápido se mueve tu capital?
Hacia el año 1996, cuando el oro rondaba los USD 280 por onza y el dólar era fuerte, comencé a cambiar dólares por monedas de oro. Cuando el oro alcanzó los USD 380 en 2003, vendí algunas de esas monedas para recuperar todo mi capital, y aún mantenía una cantidad considerable de monedas de oro de una onza. Si el precio del metal no hubiese subido, mi dinero aún estaría seguro en algún tipo de activo tangible, por haber comprado las monedas cuando el precio del oro bajó y el valor del dólar era alto. Cuando la tendencia cambió y el precio del oro subió –y el dólar bajó- ambos activos intercambiaron lugares.
Diversificación vs. Tendencias
Hace unos días, escuché un anuncio televisivo que decía que “la mejor estrategia para los inversores es la diversificación”.
La realidad es que eso puede funcionar para los inversores aficionados, pero no para los profesionales. En mi opinión, la diversificación es solo parte del argumento de venta para lograr que el inversor promedio compre más acciones y fondos mutuos.
Un ejemplo análogo sería que mañana vaya a una concesionaria de autos usados y le pregunte al vendedor: “¿Qué pasa si el auto que compre hoy termina siendo una chatarra?”. Naturalmente, el vendedor de autos usados respondería “Recomiendo que te diversifiques. Si compras seis autos usados en lugar de uno, reduces la posibilidad de que uno de ellos sea una chatarra”.
Entonces, si la diversificación no es la mejor estrategia a seguir por los inversores, ¿cuál sí lo es?
La respuesta es: las tendencias.
Las tendencias representan el movimiento de las leyes de la naturaleza, a través del mercado. Los inversores profesionales a menudo manifiestan “la tendencia es tu amiga”.
Para complejizar este sintagma, mi padre rico decía:
“Las tendencias pueden ser tanto tus amigas como tus enemigas”. Entre 1980 y 2000, la tendencia del mercado de valores fue alcista. En esa línea, era fácil hacer dinero. Simplemente tenías que poner dinero en el mercado y ver como por arte de magia, el valor de tus activos subía. Pero de repente, a partir de marzo del año 2000, la tendencia cambió de dirección y los inversores no replicaron ese movimiento, lo que los llevó a perder millones de dólares, incluso habiéndose diversificado en distintos activos en papel.
En la actualidad, es más importante que nunca prestar atención a las tendencias y no violar las leyes de la naturaleza.
Hoy, es más importante que nunca estar atento a las tendencias en la plaza financiera y no violar las leyes de la naturaleza. Particularmente, me fijo en ellas a la hora de tomar decisiones financieras. Si tú también las sigues de cerca, tendrás mayores posibilidades de ganar dinero y evitar perderlo.
Saludos,
Robert Kiyosaki