Indice del articulo
Aunque se mostraba desconfiado, ahora Robert Kiyosaki recomienda invertir en Bitcoin. Conozca por qué en este artículo.
Robert Kiyosaki es un inversor, escritor y conferencista conocido mundialmente por publicar varios libros de finanzas personales, entre ellos el ya clásico “Padre rico, padre pobre”. Durante toda su carrera, el autor se ha preocupado por brindarle al “ciudadano común” la posibilidad de multiplicar sus bienes económicos a través de consejos y estrategias de inversión.
Su literatura, así como sus charlas y materiales didácticos, giran en torno a desmitificar ciertos conceptos en relación al mercado, la bolsa de valores, los mecanismos para producir dinero y las estrategias para obtener una sólida base financiera.
Según Kiyosaki, la clave para alcanzar cierta libertad económica y despreocuparse por temas de dinero, está en educarse financieramente. Estudiar, leer e informarse son actividades centrales para comprender cómo funciona el mercado y así sacarle el mayor provecho posible.
Robert Kiyosaki y las criptomonedas
Recientemente, Robert Kiyosaki y las criptomonedas hicieron furor en las redes sociales, ya que el inversor se declaró públicamente un “amante” de ellas, recomendándolas para invertir. De hecho, plantea que más temprano que tarde, las divisas digitales terminarán por reemplazar al dólar.
Desde hace unos cuantos días Robert Kiyosaki alienta la compra de Bitcoin en Twitter. Cierra casi todos sus tweets aconsejando a sus seguidores comprar oro, plata y la famosa moneda digital, para garantizar una estabilidad frente a los posibles embates económicos.
Pero la historia entre el Bitcoin y Robert Kiyosaki no siempre fue así. Cuando recién comenzaron a circular, el inversor sentía una gran desconfianza por las criptos, debido a la enorme volatilidad que tenían en sus movimientos.
En el 2021, Robert Kiyosaki apoya las criptomonedas por la misma razón que antes lo hacía dudar: es esta volatilidad la que lo atrae, porque representa liquidez. Sí, las criptos suben y bajan de precio velozmente, pero así de rápido pueden comprarse y venderse consiguiendo dólares, euros o cualquier otra divisa tradicional en cuestión de minutos.
El 20 de febrero tuiteó: “Por qué me gusta el oro, la plata, el Bitcoin? LIQUIDEZ. La gente se apura por comprar una casa cuando el mercado de bienes raíces está a tope. Cuando cae, no pueden salir de él. Los bienes raíces no son líquidos. Soy dueño de 8000 propiedades en alquiler. Las compré durante las caídas del mercado inmobiliario. En el 2021 prefiero la liquidez del oro, plata, Bitcoin”
Que un magnate de los bienes inmuebles haga este tipo de declaraciones sin dudas alerta a quienes venían llevando una estrategia de inversión de poco riesgo y a largo plazo. No deja de ser cierto que tener inmuebles es algo beneficioso, sencillamente porque necesitamos casas, edificios y tiendas para vivir. Seguramente hayas escuchado de tus padres o abuelos el consejo de “comprar ladrillos”, ya que tener una casa propia y/o múltiples viviendas es sinónimo de mayor estabilidad económica.
Pero, como bien indica el escritor, una cosa es comprar una casa en su precio más alto porque el mercado inmobiliario está “en la cresta de la ola”, que adquirirla cuando el sector está en crisis. La rueda económica se trata de constantes subidas y bajadas y la agudeza del inversor está en aprovechar cada una de esas facetas.
Oro, Plata y Bitcoin según Robert Kiyosaki
¿Por qué colocar el dinero en alguno de estos sectores? ¿Qué tienen para ofrecer que puede ser interesante en un contexto tan convulsionado como el actual? ¿Cómo es que dos capitales tan diferentes entre sí (el oro y las criptos) pueden ser un buen negocio en una cartera inversora actual?
Kiyosaki responde algunas de estas cuestiones analizando el comportamiento del dólar en los últimos cincuenta años. Desde 1971, cuando el presidente de los EEUU Robert Nixon quitó el “patrón oro” -el respaldo en metal precioso que solían tener los billetes- la moneda norteamericana se convirtió en “dinero falso” para el escritor.
Esta medida permitió la impresión a discreción de billetes, ya que dejó de ser necesario demostrar que cada dólar tenía su correspondencia en oro en el Tesoro Nacional. Para Kiyosaki, esta producción descontrolada de “papeles” sólo está creando una burbuja que no tardará en explotar, causando una enorme crisis económica mundial.
Luego de la crisis de las “puntocom” en el 2000 y la de las propiedades inmobiliarias en el 2008, las predicciones de Robert Kiyosaki auguran otra enorme recesión, de dimensiones aún mayores que las anteriores. ¿Cómo hacerle frente a un futuro tan desalentador? El inversor repite: oro, plata y Bitcoin.
La pandemia supuso un gigantesco choque para la economía global, pero la recuperación de los mercados pudo ponerse en marcha a finales del 2020. Lo que sí se mantiene es la incertidumbre de un futuro marcado por la “nueva normalidad”, con empresas que están evaluando no volver a tener oficinas físicas y automatizar ciertos empleos, lo que le costaría el trabajo a miles de personas alrededor del mundo.
Robert Kiyosaki y el Bitcoin
¿Por qué Robert Kiyosaki recomienda invertir en Bitcoin? Porque asegura que será el reemplazo del dólar en poco tiempo. Se estima que para que eso suceda, la cripto tiene que rondar los $213.000 dólares, y el inversor sostiene que se hará realidad para el 2040.
Esta predicción de Robert Kiyosaki sobre el Bitcoin no es una futurología infundada. De hecho, la Sociedad Suiza de Servicios Financieros también estima que cuando Bitcoin toque esa cifra el dólar perderá validez. Teniendo en cuenta que el Bitcoin pasó de valer 6 dólares en el 2012 a más de $55.000 en tan sólo 9 años, de aquí al 2040 tranquilamente podría llegar a ese valor.
Robert Kiyosaki y el Oro
Además de Bitcoin, Robert Kiyosaki alienta a las personas a que inviertan en oro y plata. “Tengo más oro del que puedo gastar en toda mi vida”, aseguró el inversor, que se autodenomina un “insecto del oro”, ya que viene invirtiendo en el metal precioso desde 1972.
Es que el oro físico, es reconocido globalmente como una “inversión refugio”. Aunque ya no se utiliza como respaldo para la emisión monetaria, el oro continúa siendo una opción muy confiable para salvaguardar ahorros y multiplicar capitales. Incluso en la actualidad, en un contexto de crisis tan fuerte como el provocado por la pandemia por Covid-19, muchos inversores se afincaron en el oro como una estrategia de preservación frente a la volatilidad económica.
El propio Kiyosaki, que es dueño de empresas extractivistas de oro y plata desde 1996, ofrece el análisis. En ese momento, el oro valía 275 dólares la onza y la plata, 5 dólares la onza. El precio del petróleo en aquella época cotizaba en 10 dólares el barril, cifra que a Kiyosaki le parecía barata. Intuía que el dólar estaba fuerte y que caería cuando el crudo subiera.
En la actualidad, sostiene que esas condiciones no se modificaron y por eso apuesta, una vez más, al oro y la plata. Y las cifras no mienten: Desde 1996 el barril aumentó un 300%, costando hoy 49 dólares. La plata ronda los 24 dólares la onza, un 380% más y el oro por onza equivale a unos 1800 dólares, un 555% de aumento desde 1996. Por su parte, la capacidad de compra en dólares cayó un 66% debido a la inflación. Queda claro que se “compra menos” con dólares que con oro o plata.
Para Robert Kiyosaki, el Bitcoin en el 2021, junto con los metales preciosos, son la mejor inversión posible. Pregona su discurso constantemente a través de las redes sociales y analiza cada giro del mercado aconsejando colocar los capitales en este trío inversor. No porque crea que son una panacea: de hecho, en una entrevista con Stansberry Research en septiembre del 2020, los definió como “inversiones del desastre”.
¿Por qué? Porque para Robert Kiyosaki el Bitcoin sufrirá un “crash” extraordinario en cuanto se encuentre una vacuna para el Covid-19 totalmente efectiva. Su hipótesis se basa en una mirada por demás suspicaz del virus en sí, su relación con las grandes farmacéuticas, el dólar y el ascenso de las criptos.
Tal análisis necesita ser estudiado en profundidad y habrá quienes le den la razón y quienes desconfíen de su perspectiva. De todas formas, es una discusión extensa que precisa de varios elementos, tanto científicos como económicos, para abordarlo como se debe. En todo caso el futuro explicará la dimensión de la situación actual.
En otro ángulo de la actualidad financiera y como era de esperar, el comentario de Robert Kiyosaki sobre Reddit y GameStop no tardó en llegar. Se mostró muy contento por los “Robin Hoods” que le “patearon el trasero” a Wall Street pero señaló en su Twitter que los “mayores perdedores” son los adultos mayores que contaban con los fondos de pensión administrados por los Hedge Funds.
“Si eres joven aprende a patearle el trasero a Wall Street y a nunca necesitar una pensión”, declaró en un tuit el 29 de enero de este año. Es que Kiyosaki lleva tiempo alentando a las personas a procurarse su propio fondo de retiro a través de la inversión, teniendo en cuenta la profunda crisis de jubilaciones que existe en EEUU y otras partes del mundo.
Pero no es Twitter su único canal de comunicación. Robert Kiyosaki utiliza Youtube para analizar Bitcoin, oro, plata y otras cuestiones financieras de forma más profunda. Su canal, “The Rich Dad Channel”, tanto él como su esposa Kim, suben constantemente videos con consejos para invertir, análisis de la coyuntura y tips para lograr la tan ansiada estabilidad económica.
Las claves de la visión de Kiyosaki a lo largo de los años
Para el inversor, la educación financiera es el componente central para la libertad económica. La mayoría de la gente no sabe cómo funciona el dinero, le teme, lo desprecia o lo endiosa. La historia de vida de muchísimas personas alrededor del globo está marcada por la penuria monetaria, las deudas y la falta de recursos.
Por esta razón se dedica desde hace más de treinta años a compartir información de una forma didáctica para que cualquiera, independientemente de su capital inicial, pueda comenzar a invertir y “dejar de depender del gobierno” Esta postura ha sido tajante, especialmente cuando la Bolsa jugó con los fondos de pensión de miles de personas, negándoles lo que les correspondía luego de décadas de servicio.
De hecho, el inversor está convencido de que esta información es tan importante como aprender sobre biología, ciencias, historia y todas las materias que comúnmente se enseñan en las escuelas. Pero esto no sucede porque la cultura educa en una mentalidad de “padre pobre”: pone el acento en que para conseguir buen dinero es necesario estudiar, especializarse en algo y aspirar a un trabajo con un salario más o menos digno.
No es que Kiyosaki esté en contra de la formación, nada más alejado de la realidad. Es que, luego de estudiar el comportamiento financiero de algunas de las personas más ricas del mundo, comprendió ciertos conceptos decisivos para obtener y sostener una fortuna.
El inversor entendió que la mayoría de las personas acaudaladas no lograron sus capitales a través de sus sueldos. Es decir, no ganaron millones y millones por sus trabajos de 8 a 17 de lunes a viernes, sino que los obtuvieron a través de los ingresos pasivos: Es dinero que entra a la economía personal sin necesidad de hacer un gran esfuerzo por él.
Comprobó sus teorías por cuenta propia, viniendo de una familia de educadores, muy apegados al concepto del “Padre pobre”, comenzó su carrera de negocios al volver de la guerra de Vietnam, sirviendo en la Marina. En 1977 fundó su primera compañía, colocando en el mercado una innovadora billetera de velcro diseñada para surfistas, que alcanzó notable éxito mundial.
En 1985 comenzó su carrera completamente dedicada a la educación, formación y asesoría financiera, con la que prosigue hasta el día de hoy. Kiyosaki se jubiló oficialmente a los 47 años, con una gran fortuna entre sus manos, joven y saludable. Eso es lo que pretende que logren todos aquellos que lo siguen: una base económica estable y cómoda, sin tener que trabajar a cambio de un salario 30,40 o 50 años consecutivos.
Qué son y cómo funcionan los ingresos pasivos
¿Qué tipos de ingresos pasivos existen? El más conocido de todos es la inversión en bienes inmuebles. Poner en alquiler una casa, departamento o local es una manera pasiva de obtener dinero. Uno no lo está logrando a cambio de fuerza de trabajo directa, conocimientos y tiempo, sino más bien de forma “indirecta”.
Por supuesto que para generar este tipo de ingreso en los bienes raíces es necesario contar con un capital inicial suficiente para adquirir una propiedad. Con el tiempo serán necesarias remodelaciones y arreglos lógicos causados por el uso. Pero aún así, hablamos de una entrada mensual que no exige dejar un empleo por otro, trabajar más horas o modificar la rutina diaria.
Otra forma de obtener ingresos pasivos es a través de los instrumentos de inversión que ofrece la Bolsa de Comercio. Hay muchas maneras de invertir en múltiples sectores de la economía y cada instrumento presenta sus beneficios y desventajas. Allí es dónde actualmente Kiyosaki pone el acento con sus consejos de inversión.
Un ejemplo clásico de ingreso pasivo es colocar una determinada suma de dinero en un plazo fijo. Este monto queda “congelado” durante un tiempo -período en el que los bancos lo utilizan para invertir- y al finalizar ese lapso el dinero regresa al cliente, con un porcentaje extra en calidad de intereses.
Por lo tanto, el inversor prácticamente puede pasar años sin tocar ese dinero, mientras que la cifra continúa creciendo gracias a la multiplicación periódica de los intereses. Si se sostiene esta estrategia a largo plazo, en 15 o 20 años se puede superar varias veces el monto inicial.
También se consideran ingresos pasivos otras inversiones, que no involucran necesariamente dejar el dinero congelado por tanto tiempo. Pueden ser acciones que se renueven mensual, trimestral o semestralmente. El punto es que generen riqueza sin que el inversor tenga que estar pendiente de ellas 24/7. Distinto es el concepto para quienes se dedican a invertir como actividad económica central: En ese caso, se consideran ingresos activos.
Este y muchos otros conceptos más forman parte de la educación financiera que Kiyosaki comparte diariamente con miles y miles de seguidores. Conocer en profundidad cómo funciona el sistema monetario y financiero es lo que permite tomar las mejores decisiones en el camino de las inversiones. Por eso, alienta a todos sus fans a continuar formándose y a analizar lo que sucede en el ámbito económico.
Kiyosaki es reconocido por ser un agudo inversor y por compartir sus conocimientos con cualquiera que quiera iniciarse en el mundo de las finanzas. Históricamente se ha mostrado como un “fan” de la inversión en bienes raíces y del oro físico, tanto por su estabilidad como por la capacidad expansiva que demuestran tener. Sin embargo en la actualidad se expande hacia otros sectores, educándose constantemente y sabiendo que la rueda económica seguirá girando.