Qué precauciones tomar para evitar caer en la trampa del “crédito fácil”
En las últimas semanas se conocieron diversos casos de robos y estafas, entre ellos los de una banda que vaciaba cuentas bancarias con ayuda desde adentro y la banda de los llamados “Tarjeteros” liderados por un empleado de un banco que estafaba con productos financieros en distintas ciudades del país.
Esta banda fue desarticulada en Cali y conseguía datos personales de posibles víctimas que luego se utilizaban para falsificar documentos. “Z” -el apodo del cabecilla que trabajaba desde dentro de una financiera- incluso conseguía huellas dactilares que mediante un proceso químico se imprimían en látex para suplantar identidades.
De esta manera, utilizando documentos de terceros, obtenían préstamos, tarjetas de crédito y todo tipo de servicios financieros. Según se investigó, su zonas de operaciones fueron Cali, Bogotá, Pereira y Neiva, entre otras ciudades.
También se reportaron casos de retiro de dinero en cajeros y compras a través de internet y, por más que se elevaron denuncias a los bancos y ante la Fiscalía y otras entidades de defensa al consumidor, no todo el mundo ha obtenido de vuelta el dinero robado.
El problema es que muchos bancos alegan que el problema no tiene que ver con ladrones dentro de las estructuras de sus compañías, sino que los robos se deben a malos manejos, por parte de sus clientes, de la información bancaria. Muchas veces, se le ha denegado a los usuarios la devolución de su dinero, planteando que es “descuidado” hacer transacciones por la web en cafés con wifi o zonas wifi públicas, por las estafas por internet.
Otra modalidad de hurto bastante utilizada actualmente es la de los préstamos personales o “crédito fácil”. En este caso, se dio a conocer a la ciudadanía el nombre de algunas empresas que decían estar avaladas por la Superitendencia financiera de Colombia para operar cuando en verdad no tenían ningún tipo de habilitación. Para estafar, planteaban que a cambio del dinero prestado, los usuarios debían estar dispuestos a pagar anticipos o el “estudio de crédito”. En www.superfinanciera.gov.co aparece toda la información al respecto.
La Superfinanciera brindó una serie de consejos para evitar caer en las redes de estos prestamistas estafadores: principalmente, no desembolsar jamás dinero como requisito para obtener un crédito o préstamo y, desde luego, sospechar de cualquier oferta que prometa una cantidad de dinero superior a la del valor del crédito en sí. Chequear siempre qué entidades están avaladas por la Superfinanciera es la mejor manera de proceder con seguridad.
En estos días es preciso cuidarse de muchas formas de hurto de dinero: la estafa piramidal es otra de las que podemos mencionar. Existen múltiples versiones de este tipo de chantaje económico en el que siempre tenemos que entregar un dinero para poder “entrar” en el circuito.
Una de ellas, muy conocida, es el llamado “telar de la abundancia”, en el que son estafadas principalmente muchas mujeres. Con el pretexto de dar libertad financiera desde una perspectiva “feminista” a muchas mujeres, permitiéndoles así “cumplir sus sueños” o “alcanzar sus metas”, se les pide que depositen una cantidad de dinero en dólares, bastante elevada, y que inviten a dos mujeres más y así pasar al siguiente nivel del “círculo”.
Una vez completado este “mándala” (que tiene fases con características de los elementos, como fuego, agua, aire y tierra) se supone que las mujeres reciben el dinero depositado, multiplicado por ocho. Pero la realidad es que para que ese dinero se cobre, es preciso que entre más dinero y por lo tanto, más mujeres. El peso de que el mándala “se complete” cae en sus integrantes y hay toda una retórica bastante “nociva” respecto a esto, ya que se dice que si una mujer no logra invitar a otras mujeres es porque no puede “trabajar sus miedos” o “convencerse de que se merece” el dinero.
Este tipo de engaño todavía es muy discutido, ya que mucha gente considera que es otro tipo de economía, más solidaria y comunitaria, en donde “simplemente” se está poniendo en circulación “dinero atesorado”. En muchos países se desarrollan este tipo de estafas, como en Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay, etc. De hecho, uno de los argumentos que “garantiza” su éxito, es el hecho de que muchísimas personas alrededor del mundo participan de esto.
Estructuras piramidales similares también existen en América Latina, con otros fundamentos y discursos pero el mismo funcionamiento: venta de suplementos dietéticos, “fondos de ahorro”, etc. Aunque para algunas personas pueden llegar a funcionar, lo cierto es que eventualmente alguien pierde su dinero porque este tipo de sistemas necesitan constantemente del movimiento para seguir operando.
Por lo tanto, es sabio tener cuidado con cualquier tipo de organización a la que nos inviten en la que precisemos poner dinero para poder formar parte. La decisión siempre será nuestra, pero es prudente tener esta información en cuenta.