Si todavía no cuentas con inversiones en el metal, deberías considerar tenerlas. No existe mejor activo refugio que éste.
Por Robert Kiyosaki
Querido lector,
Los temores ante una potencial recesión se están propagando en un contexto de guerra comercial y desaceleración del crecimiento económico en todo el mundo.
El mercado de valores se comporta como un subibaja, que fluctúa según las noticias del conflicto comercial entre Estados Unidos y China o un comentario desatinado proveniente de la Reserva Federal.
Mientras tanto, el oro ha escalado un 20% desde diciembre pasado, momento para el que Trump declaró: “Soy un hombre arancelario”.
Según un artículo reciente de MarketWatch:
“Para ese momento, muchas otras acciones populares quedaron en el olvido. El índice bursátil S&P 500 se desplomó en 15 puntos porcentuales… los papeles de firmas como Apple, Alphabet y Netflix se fueron a pique. Tesla se derrumbó cerca de 53 puntos porcentuales”.
El factor que se perfila como principal driver de esta movida hacia el oro es la creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció recientemente aranceles del 10% sobre los restantes USD 300.000 millones de importaciones chinas. Por su parte, el Gigante Asiático permitió la devaluación del yuan por primera vez en más de una década.
Luego, Trump trato de aliviar tensiones al anunciar el retraso en la imposición de algunas medidas impositivas. Sin embargo, China anunció sus propios aranceles sobre los productos estadounidenses. Acto seguido, por supuesto, Trump contraatacó.
En principio, parecía existir una leve esperanza de que ambas partes retomasen conversaciones, pero estas se desvanecieron hace poco más de una semana, Con lo cual, la guerra comercial continúa viva y con la complicación de que ahora tenemos que lidiar también con la guerra de divisas.
La guerra de divisas está jugando un rol importante en el comportamiento del oro, que se encuentra ahora llegando a máximos históricos. El incremento en el precio del metal se debe a la inestabilidad que generan las proyecciones futuras del dólar.
“Si tuviera dinero en el banco, [vendería] los dólares y lo usaría para comprar oro. Así puedes deshacerte de la moneda y comprar un activo duro. La gente está preocupada”, dijo el estratega senior de mercados de RJO Futures, Phillip Streible.
Cuando compro una moneda de oro o plata, no espero obtener algún tipo de retorno sobre esta inversión (ROI, según sus siglas en inglés), porque no estoy asumiendo ningún riesgo. El oro y la plata son el dinero de Dios.
Recuerda siempre que el precio de estos metales aumentará o disminuirán en relación a las fluctuaciones del dólar estadounidense. Porque el oro y la plata son solo eso: oro y plata. Estos activos nunca van a desaparecer.
Al comprar oro y plata, la idea es mantener esta inversión permanentemente. No debes planear venderlos luego. Así como Warren Buffett tiene acciones para siempre, yo compro oro y plata para siempre y tú deberías hacer lo mismo.
Sin embargo, puede que en algún momento necesites dinero o desees gastar y esa es justamente una de las razones por las cuales la mayoría de las personas tiene problemas financieros.
Les encanta gastar. No voy a negar que a mí también me gusta hacerlo.
Me encantan los autos de alta gama, la ropa, las casas y la buena comida. Pero incluso cuando no tenía dinero ni trabajo, protegí mis inversiones en oro y plata. Nunca consideré deshacerme de estos activos.
Mucha gente considera que invertir en dólares es la respuesta a todo.
Esto no es así.
Sobre todo, desde que el ex presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, decidió en 1971 desligar el dólar del patrón oro. Desde entonces, el dólar no es dinero. Antes de ese año, existía una relación entre un dólar y la cantidad de oro que respaldaba ese dólar en el tesoro de Estados Unidos.
Después de 1971, ese dólar no estaba respaldado por otra cosa que no sea la plena fe y legitimidad del gobierno estadounidense.
En la actualidad, el precio del dólar puede subir o bajar según el rendimiento de otras monedas y en relación a muchas variables económicas. Está atado a la nada y puede fluctuar en cualquier dirección de manera repentina.
Entonces, ¿qué quiere decir que el dólar sea una moneda?
Hablemos de monedas eléctricas. Una moneda eléctrica es aquella que lleva electricidad de un lugar a otro. Para sobrevivir, una moneda debe estar en movimiento. Aquella que se detenga, muere.
Del mismo modo, el dólar como moneda es simplemente un vehículo para transferir riqueza de un área a otra.
Llega un punto en el que estás imprimiendo dinero falso. Cuando ahorras dinero en el banco y recibes intereses, estás imprimiendo dinero. Es cierto, se trata de un monto ínfimo, pero lo estás haciendo.
Por el contrario, cuando usas tu tarjeta de crédito, estás imprimiendo dinero para el banco pagándoles una tasa de interés.
En el primer escenario, imprimes dinero al 2%. En el último, imprimes dinero al 18%. Ahora puedes entender como los ricos saben usar dinero falso para hacerte pobre y enriquecerse más.
La buena noticia es que también puedes imprimir dinero falso para comprar dinero real y activos reales como lo hacen los ricos. Todo lo que necesitas es adquirir conocimientos y tomar la iniciativa.
Tanto el oro como la plata, instrumentos que utilizo no como inversión sino como cobertura, pueden ser usarlos fácilmente para generar riqueza.
Una vez fui invitado a un seminario con el gurú hindú Gurudeva. Estaba muy emocionado de ir. Cuando llegó el momento de las preguntas, la mayoría giraban en torno a la espiritualidad, la paz o la felicidad.
El gurú llevaba consigo muchas prendas de oro: gafas, pulseras y collares. Si tenemos en cuenta que fui criado como metodista, entenderás por qué lo que veía me generaba tanto ruido (los ministros metodistas no tienden a usar prendas de este tipo). Entonces levanté la mano y le pregunté ¿Por qué usas tanto oro?
El gurú muy amablemente sonrió y me respondió: “Porque las lágrimas de Dios están hechas de oro” y agregó que “las lágrimas de Dios, atraen riqueza”. Cuando le pregunté qué quería decir con eso de que el oro atraía riqueza, el gurú me contestó: “Supongamos que deseas atraer USD 1.000 al mes a tu vida, entonces tienes USD 1.000 de oro real”.
“Y si quiero USD 1 millón al mes, entonces tengo USD 1 millón en oro”.
Al notar que mi codicia colonizaba toda espiritualidad, el gurú solo sonrió y me aconsejó: “¿Por qué no comienzas con USD 1.000 y ves si lo que digo funciona para ti? El oro no funciona para todos, hay condiciones en la generosidad de Dios”.
Eso sucedió en 1986 y, al no contar con mucho dinero, fue difícil encontrar USD 1.000 adicionales para invertir en oro. Pero al final del día, mi esposa Kim y yo logramos cumplir la meta. Todos los meses compramos oro y plata desde entonces.
Si en un momento queríamos aumentar nuestros ingresos mensuales de USD 5.000 a USD10.000, comprábamos USD 10.000 en monedas de oro.
Meses más tarde, parecía que recibíamos más ingresos, sin darnos cuenta. Si el precio del oro bajaba, compramos más oro. Hoy mantenemos nuestras tenencias en bóvedas privadas y seguras. No necesitamos un jet privado y pistas privadas para ocultar nuestro oro… por ahora.
Cuando nos preguntan a Kim o a mí, ¿El oro me traerá riqueza? Respondemos de la misma manera que lo hizo el gurú: “¿Por qué no intentas invertir en el metal primero y luego ves si las lágrimas de Dios, funcionan para ti? Dios es generoso, pero hay condiciones para la generosidad de Dios”
Saludos.
Robert Kiyosaki.
Robert Kiyosaki, autor del bestseller Padre Rico Padre Pobre y otras 25 guías financieras, ha desarrollado su carrera trabajando como educador financiero, empresario, exitoso inversor, magnate de bienes raíces y orador motivacional, mientras dirige Rich Dad Company.