Uso la palabra “retirarse” para describir ese momento de tu vida en el que puedes dejar de trabajar o, incluso, de hacer inversiones activas. ¿Cómo conseguir este estado de vida?
Robert Kiyosaki
Querido lector,
La primera lección que te enseñan cuando llegas a Las Vegas es “la casa siempre gana”. Todos los casinos están amañados contra los millones de turistas que visitan la ciudad con al menos un margen de 60/40 a su favor.
Y la economía es como un casino, donde los gobiernos son los jefes de mesas y el ciudadano medio es el jugador.
Como verás, el ejemplo que viene a continuación es de Estados Unidos, pero aplica para cualquier país de lo que conocemos como “Occidente”.
En 1999, el entonces Presidente Bill Clinton firmó la derogación de la llamada Ley Glass-Steagall, que prohibía que los bancos comerciales y los bancos de inversión se combinaran para mezclar fondos de cuentas de ahorro, hipotecas y préstamos comerciales en inversiones de alto riesgo, como valores respaldados por hipotecas y derivados, lo que terminó convirtiendo al gobierno en un casino.
La razón por la cual la derogación de la Ley Glass-Steagall causó gran parte de los problemas de hoy es que permitió a los bancos asumir riesgos compuestos y mayores con el dinero de los despositantes, es decir de sus clientes, invirtiendo en posiciones de alto riesgo.
Con el tiempo, estas inversiones de alto riesgo se hicieron cada vez más grandes y complicadas.
Duró un tiempo, pero no para siempre. Y cuando todo se derrumbó, cayeron dos grandes bancos y otras instituciones financieras con ellos. Lo más triste de todo: una gran cantidad de personas desprevenidas perdieron gran parte de su dinero.
Un casino confía en que los perdedores entren para que los que están arriba puedan ganar. Y si deseas evitar que te eliminen en el siguiente problema que enfrentará el mercado –porque siempre habrá un problema que enfrentará el mercado- debes aprender.
Juegos de azar
La mayoría de la gente no confía en el sistema de jubilación de su país.
Hay países como España o Argentina, donde las jubilaciones están en manos del Estado. Otros, como Chile, Colombia o Perú, donde hay empresas privadas que gestionan los aportes privados de cada persona.
Unos estarán a favor de uno u otro sistema. Pero sea como sea, ambos comparten un mismo problema: el dinero no está en tu poder, no tienes el control.
Entonces, muchas personas arman cuentas paralelas, y al hacerlo cometen un error similar: terminan eligiendo fondos mutuos como su inversión principal dentro de estos planes.
La verdad es que jugar a la lotería podría ser una mejor manera de hacerlo…
Apostar tus fondos de retiro a un azar patrocinado por el gobierno es un juego en el que existen pocas probabilidades de ganar.
Y por loco que suene, la verdad es que millones de personas compran billetes de lotería con la misma esperanza. ¿Qué tan sensato es jugar a la lotería cuando las posibilidades de perder el dinero son tan altas?
Al menos cuando juegas a la lotería reconoces que estás jugando. Al menos es un poco divertido.
Apuestas vs. inversiones
Ambas actividades suponen un riesgo.
El juego requiere de mucha esperanza. Colocas tu dinero en un casino y “la suerte del sorteo” determina si ganas o pierdes. Y con las inversiones que yo propongo, que son de flujo de efectivo, ya sea que compres una propiedad, inviertas en commodities, inicies un negocio o alguna otra cosa, siempre existe un cierto nivel de miedo o ansiedad. Si bien ambas actividades pueden ser muy divertidas, hay una gran diferencia entre las dos …
¡El control!
Las buenas inversiones de flujo de efectivo se basan en tener una buena educación financiera. Sabes qué buscar y qué decisiones tomar cuando se presenta una oportunidad. Tienes el control sobre tu efectivo: puedes decidir dónde diriges tus gastos, cómo administrar tu negocio, cómo estructurar a quienes allí trabajan.
Con una educación financiera que te avale para tomar tales decisiones, mejoras tus posibilidades de potenciar tu riqueza.
Siempre hay personas con suerte que ganan en los casinos y vuelven a sus casas con una pequeña fortuna. Lo mismo ocurre con algunos inversores que entregan todo su dinero a un planificador financiero, cónyuge o amigo de la familia y les va bien. Todos conocemos a alguien así.
Pero cuando se trata de tu vida, quieres libertad financiera, y la única forma de experimentarla es teniendo control total sobre tu efectivo sin depender de la suerte, ni de nadie más.
El juego puede parecer una forma fácil de ganar dinero, pero es muy arriesgado. Por otro lado, obtener una educación financiera para aumentar tu flujo de efectivo no es difícil (y las recompensas generalmente superan con creces los riesgos).
Retirarse (de verdad)
Uso la palabra “retirarse” para describir ese momento de tu vida en el que puedes dejar de realizar inversiones activas. Tus inversiones pasivas continuarán, pero también utilizarás estos activos para pagar tus gastos diarios.
Una de las razones por las que pude retirarme a los 47 años, y mi esposa, Kim, a los 37, fue simplemente porque recibimos suficiente flujo de efectivo (principalmente de nuestras inversiones en bienes raíces). No era mucho, aproximadamente USD 10.000 al mes, pero solo teníamos alrededor de USD 3.000 en gastos mensuales. Eso nos dejó con USD 7.000 al mes para hacer lo que quisiéramos.
Por otro lado, las ganancias de capital se producen cuando compras una acción por un dólar, y sube a USD 10, por lo que ganas USD 9 por acción. O bien, compras una casa por USD 100.000, y se aprecia hasta USD 150.000. La vendes y ganas USD 50.000.
Una de las razones por las que las personas no se vuelven financieramente libres es porque la mayoría de ellas se centran en las ganancias de capital en lugar del flujo de efectivo.
Y perseguir las ganancias de capital solo es apostar, no invertir.
“Cuando inviertes para obtener flujo de efectivo”, me dijo mi padre rico, “estás invirtiendo en una garantía de devolución de dinero. Si inviertes en ganancias de capital, inviertes en la esperanza. Y el mayor ladrón de todos es la esperanza”.
La mayoría de los planes de retiro se basan en la esperanza y las promesas se prolongan durante muchos años. Para mí eso tiene muy poco sentido, pero parece tener mucho sentido para los millones de inversores que esperan que el dinero que desean esté allí cuando cumplan los 65 años.
La oportunidad toca a tu puerta
Se acercan turbulencias económicas. El mundo se está despertando a este hecho. La buena noticia es que en cada crisis también hay una oportunidad. Los ultra ricos lo saben y se han beneficiado de los cambios del mercado desde que existió.
Como he dicho a menudo, esta próxima crisis probablemente implicará la mayor transferencia de riqueza de la historia, por lo que será tu oportunidad de hacerte rico. Pero debes dejar de jugar con tu futuro. Debes comprender cómo hacer que las fuerzas de los impuestos, la inflación, la deuda y la jubilación que te roban la riqueza, trabajen para ti, no en tu contra. Y para hacer eso, debes instruirte financieramente.
Saludos,
Robert Kiyosaki