Una serie de indicadores alertan sobre una posible recesión en Estados Unidos que podría afectar no sólo a la economía de ese país, sino que a los ahorristas de todo el planeta.
Por Mike Burnick
En artículos anteriores he advertido con frecuencia sobre cómo la economía estadounidense se encuentra transitando lo que se conoce como “última fase del ciclo económico”.
Esto, al menos en Estados Unidos, suele desencadenar una tonelada de correos electrónicos de nuestros lectores, la mayoría preguntando si nos dirigimos a una recesión o si nuestra economía ya está en una.
Por lo que tengo entendido, esto también levanta muchas dudas y preguntas de parte de todos los lectores que tenemos en el mundo de habla hispana.
Es por esa razón que de manera constante monitoreo docenas de indicadores económicos y de mercado con el objetivo de identificar en que momento del ciclo nos encontramos e informar mis mejores decisiones de inversión.
Estos indicadores han enviado señales mixtas en los últimos meses, pero en su gran mayoría, siguen siendo positivas.
Una gran excepción…
La Reserva Federal de Nueva York rastrea la probabilidad de una recesión en Estados Unidos mensualmente y la última lectura, que muestro abajo, evidencia una contracción económica en el próximo año a niveles más alto que en la Gran Recesión de 2008.
Este indicador se basa en los diferenciales de crédito, específicamente el diferencial entre los rendimientos del Tesoro a 10 años y sus equivalentes a 3 meses. Es un indicador conocido en el mundo financiero como “curva de rendimiento invertida”.
De hecho, la advertencia de recesión de la Reserva Federal de Nueva York ha aumentado constantemente durante más de un año. En abril, el indicador se disparó hasta el 27,5%. Este nivel ha demostrado ser un indicador profético y preciso.
Sin ir más lejos, vimos las mismas señales de advertencia de recesión temprana en 2007 y en 2001. Pero otros datos independientes también están señalando posibles problemas futuros para la economía.
Tiene que ver con la guerra comercial en curso, que empeoró otra vez la semana pasada.
¿El arte del “No Deal”?
En el gráfico a continuación puedes observar que las exportaciones de bienes de Estados Unidos han venido en caída libre desde que la guerra comercial se intensificó el año pasado. Hacia fines de 2018, cuando el mercado de valores se desplomó, las exportaciones en realidad fueron negativas año contra año por primera vez en más de cuatro años.
Después de un breve rebote a principios de este año, los datos de las exportaciones vuelven a retroceder. Y con el aumento de los aranceles comerciales no queda otra que volver a empeorar.
Sin duda, otros datos económicos permanecen en terreno firme, incluido el Índice de Indicadores Económicos Líderes y el crecimiento del Producto Interno Bruto de Estados Unidos, que se expandió a un ritmo más acelerado de lo esperado con un 3,2% en el primer trimestre.
Pero no se equivoquen, el empeoramiento de la guerra comercial es un importante obstáculo para la economía estadounidense y la del mundo.
Como he dicho repetidamente, nadie “gana” una guerra comercial. Y los mayores perdedores son los consumidores y las empresas, que terminan pagando precios más altos por todo. Eso es un obstáculo importante para el crecimiento en un momento en que esta expansión económica tardía parece frágil.
Mantengo un ojo atento sobre todos mis indicadores favoritos y espero que se logre un trato relativamente rápido en el tema comercial.
Brindo por el crecimiento de tu riqueza,
Mike Burnick,
Mike Burnick es editor de Mike Burnick Wealth Watch, Infinite Income, Amplified Income y Spinoff Millionaires. Lleva más de 30 años acercando sus estrategias comerciales a la población. Ha estado con Seven Figure Publishing durante dos años. En 2018, el rendimiento promedio de los ingresos infinitos superó a los mercados en más del 17%.