Rusia y China está llevando al mundo lejos del dólar, y existe una moneda digital que se respalda en el oro y que podría acelerar este proceso…
Por Jim Rickards, desde Darien, Connecticut
Durante años, los analistas de divisas han buscado signos de un “reinicio” monetario internacional que disminuya el rol del dólar como la principal moneda de reserva global y lo reemplace con un sustituto acordado en una conferencia monetaria al estilo de Bretton Woods –la reunión que después de la Segunda Guerra Mundial dio inicio al sistema financiero internacional en el que hoy vivimos.
Ese impulso se ha acelerado con el uso del dólar por parte de Washington como arma de guerra financiera, incluida la aplicación de sanciones a otros países. Estados Unidos usa el dólar de forma estratégica para recompensar a amigos y castigar a enemigos.
Ahora, el uso del dólar como arma no se limita a las guerras comerciales y las guerras de divisas, pese a que el dólar se use tácticamente en esas disputas. El dólar es mucho más poderoso que eso.
La moneda estadounidense se puede usar para un cambio de régimen creando hiperinflación, corridas bancarias y disturbios internos en los países seleccionados por Estados Unidos. Además, puede destituir a los gobiernos de sus adversarios, o al menos desafiar sus políticas, sin la necesidad de disparar un solo tiro.
Pero para cada acción, existe una reacción opuesta.
A medida que Estados Unidos empuña el arma del dólar con mayor frecuencia, el resto del mundo hace cada vez más esfuerzos para evitar completamente al dólar.
Hace años que vengo advirtiendo acerca de los esfuerzos de naciones como Rusia y China para escapar de lo que ellos llaman “hegemonía del dólar” y crear un nuevo sistema financiero que no dependa de esta moneda y les ayude a salir de las sanciones económicas escapando del dólar.
Estos esfuerzos solo están aumentando.
Rusia ha vendido casi todos sus bonos del Tesoro estadounidense denominados en dólares y en general ha reducido su posición en activos en dólares a casi cero. Ha estado acumulando enormes cantidades de oro y ha aumentado el porcentaje de oro dentro de sus reservas oficiales a más del 20%. Hoy Rusia tiene casi 2.000 toneladas de oro, habiendo más que triplicado sus reservas en ese metal en los últimos 10 años. En realidad, ha adquirido lo suficiente para superar a China en la lista de los principales tenedores de oro como parte de sus reservas oficiales.
Esta combinación de menos bonos del Tesoro y más oro pone a Rusia en un camino hacia el aislamiento total de potenciales sanciones financieras de parte de Estados Unidos. Rusia puede liquidar sus obligaciones de balanza de pagos con envíos de oro o ventas de oro y evitar la congelación de activos de Estados Unidos, ya que tiene consigo activos que Estados Unidos no pueden alcanzar.
Y Rusia está proporcionando a otras naciones un modelo para lograr una distancia similar de los esfuerzos de Estados Unidos por usar el dólar para hacer cumplir sus prioridades de política exterior.
Ciertamente, cualquier conversación sobre un reinicio monetario debe involucrar a China. A pesar de su debilidad actual, China sigue siendo la segunda economía más grande del mundo y el mercado emergente de mayor crecimiento del planeta. Al igual que Rusia, China está acumulando oro, y es probable que tenga mucho más oro que el que anuncia oficialmente. También ha ayudado a contener los precios del oro para poder seguir comprando oro a bajo precio.
Europa también ha mostrado signos de que quiere escapar de la hegemonía del dólar. Por ejemplo, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, ha pedido un nuevo sistema de pagos con base en la Unión Europea, independiente de Estados Unidos y el sistema SWIFT que se utiliza para las transferencias bancarias internacionales, que no implicaría pagos en dólares.
El sistema SWIFT es el centro neurálgico de la red financiera global. Todos los principales bancos transfieren todas las monedas principales de un país a otro utilizando el sistema de mensajes SWIFT. Cortar a una nación del sistema SWIFT es como quitarle el oxígeno.
A largo plazo, estos son solo algunos de los desarrollos que empujan al mundo en general lejos de los dólares y hacia alternativas de todo tipo, incluidos nuevos sistemas de pago y las criptomonedas. Los signos de un reinicio están en todas partes, pero al menos por ahora el dólar sigue siendo el rey.
El dólar representa aproximadamente el 60% de los activos de reservas globales, el 80% de los pagos globales y casi el 100% de las ventas mundiales de petróleo. Con una posición tan dominante, no será fácil de reemplazar. Aun así, las tendencias no son buenas para el dólar. La posición de reservas internacionales puede ser de 60%, pero hace menos de 20 años, en el 2000, llegó a superar el 70%, y hace unos pocos años todavía estaba en el 63%. Esa tendencia no es tu amiga.
Otro desafío al dólar son los derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional. Los DEG son una forma de dinero mundial impresa por esta organización financiera internacional, creado en 1969 como la cristalización de una idea anterior para tener un “dinero mundial” llamada “bancor”, propuesta por John Maynard Keynes en la conferencia de Bretton Woods en 1944.
El bancor nunca se adoptó, y al ritmo actual del progreso podría llevar décadas que los DEG planteen un serio desafío para el dólar. Pero ese proceso podría acelerarse rápidamente en una crisis financiera en la que el mundo necesite de liquidez y los bancos centrales no podían proporcionarlo porque aún no habían normalizado sus balances de los últimos tiempos.
En ese caso, la sustitución del dólar podría ocurrir casi de la noche a la mañana. A las personas no se les permitirá poseer DEG, pero aún puede proteger su riqueza comprando oro. Eso es lo que están haciendo Rusia y China. Ambos países han más que triplicado sus reservas de oro desde 2009.
Pero los ataques al dólar no se limitan al oro o a los DEG en sí mismos. La amenaza más inminente para el dólar en realidad proviene de una combinación de oro y monedas digitales.
El hecho de que Rusia y China hayan estado adquiriendo oro no es novedad. Sin embargo, hay problemas prácticos con el uso del oro como forma de moneda, incluidos los costos de almacenamiento y transporte. No obstante, Rusia está resolviendo estos obstáculos transaccionales mediante la combinación de su posición de oro con la tecnología del blockchain que se utiliza en las transacciones con criptomonedas.
Rusia y China podrían desarrollar una nueva criptomoneda que se transferiría a un “ledger”, o libro contable cifrado y patentado con el tráfico de mensajes moviéndose a través de un sistema del tipo internet pero no conectado a una red existente. Otros países podrían ingresar a este nuevo sistema con permiso de Rusia o China.
La nueva criptomoneda sería una especie de “moneda estable”, donde el valor sea fijado en referencia a una medida de oro determinada u otra unidad estándar como los DEG. Los bienes y servicios se cotizarían en esta nueva unidad de cuenta. Periódicamente, los excedentes y los déficits se resolverían a través de intercambios de oro físico.
Tales liquidaciones netas requerirían mucho menos oro que las liquidaciones brutas (donde cada transacción debía pagarse en tiempo real). Este tipo de sistema (también llamado “blockchain con permiso”) no es algo improbable que suceda, ya está en desarrollo y se implementará pronto. Pero puedes contar con que el gobierno de Estados Unidos sea el último en enterarse.
El desarrollo de una moneda digital respaldada por oro es solo una señal más de que el dominio del dólar en las finanzas globales puede terminar antes de lo que la mayoría espera. Y en este momento podemos estar acercándonos peligrosamente a ese punto.
Saludos,
Jim Rickards
Jim Rickards es editor de Inteligencia Estratégica para Agora Publicaciones. Es un abogado, economista y banquero de inversión. Ha brindado su vasto conocimiento de los mercados a la comunidad de inteligencia estadounidense y al pentágono.