Cómo identificar el momento exacto en el que puedes dejar tu trabajo y dedicarte, full time, a un emprendimiento paralelo. Mark Ford nos enseña una estrategia que le dio éxito en cada uno de sus negocios.
Por Mark Ford
Dar forma a tu propia iniciativa es la manera más rápida para crearte un ingreso extra y generar nueva riqueza.
Sin embargo, no creo que tengas que arriesgar todo para ganarte un lugar en el mercado empresarial.
Veamos mi caso: empecé docenas de negocios multimillonarios, pero nunca tuve la intención de “apostar todo” en ninguno de ellos.
Siempre quise todos los beneficios que uno obtiene cuando se convierte en dueño de un negocio, pero siempre me negué a arriesgar el dinero que había ganado trabajando duro –o mi tiempo- en una idea que no había sido probada.
Es por ese motivo que me llamo a mí mismo un “emprendedor gallina”.
¿Por qué esta denominación?
Porque fui alguien que siempre mantuvo su trabajo diurno mientras trabajaba para alcanzar mi objetivo durante las noches y los fines de semana. Fui desde joven un emprendedor porque tomaba la iniciativa de lanzar mi propio negocio.
Y fui una gallina porque no estuve dispuesto a renunciar a mi trabajo y a perder mi ingreso.
He hecho todo lo posible para promover este concepto en todos los negocios y los libros que he escrito. Mi argumento principal ha sido siempre “no tienes que ser una persona salvaje y loca que se arriesga cuando comienza un negocio”.
Te voy a contar un caso que vi de primera mano acá en Estados Unidos.
Se trata de Alan Silver. Alan tiene un negocio multimillonario de suplementos de salud. Hace lo que quiere y cuando quiere. Durante la mayor parte del invierno, va a esquiar a Park City, Utah, donde tiene una casa. Cuando vuelve a su residencia en Florida, se va a jugar al golf luego de trabajar un par de horas durante la mañana.
Y Silver empezó siendo un empresario gallina.
Resulta que un editor amigo suyo estaba escribiendo una publicación sobre salud natural. Y un día le mencionó a Alan, de forma bastante casual, que estaba buscando a alguien para que vendiera vitaminas a sus suscriptores.
Alan, quien había estado vendiendo elementos de oficina desde hacía 15 años, se ofreció. Con la ayuda y la guía de su amigo, empezó su propia empresa con una pequeña inversión inicial. Principalmente, invirtió tiempo y energía.
El camino fue difícil al principio. No sabía nada sobre marketing, suplementos naturales o la industria de salud. Sin embargo, estaba dispuesto a aprender. Mantuvo su trabajo en ventas mientras trabajaba en su nuevo negocio, lo cual significaba días de 10 o 12 horas. Pero valió la pena.
En seis meses su negocio paralelo le generó ventas por más de 250 mil dólares. Entonces Alan reinvirtió gran parte de sus ganancias en el negocio. Sin embargo, rápidamente empezó a ganar lo suficiente como para dejar de vender los suministros de oficina. Y en unos pocos años, estaba ganando 10 millones de dólares anuales.
Y Alan no es el único. Hay otros muchos ejemplos.
Tener tu propio negocio es –por lejos- la manera en que la mayoría de las personas se hacen ricas. Estadísticamente hablando, es el camino que te va a llevar al éxito.
Tal vez piensas que un negocio pequeño que comenzaste desde la mesa de tu cocina no va a generar mucho. Pero podrías estar equivocado.
Por ejemplo, yo ayudé a unos amigos a empezar con American Writers and Artists Inc. (AWAI) y la editorial Early to Rise con un capital inicial de menos de 10 mil dólares cada uno. Y hoy ambos son negocios multimillonarios.
La verdad es que cada negocio, desde el jardinero de tu barrio local hasta General Electric, empezó con esa primera venta.
Luego, con el paso de los años, tu negocio va a crecer –y eso te va a brindar más flujo de efectivo y la posibilidad de tener un ingreso más alto cuando decidas jubilarte.
En dos o tres años, tu negocio paralelo debería ser lo suficientemente grande como para contratarte a ti mismo como gerente a tiempo completo. Lo importante es que tengas claro que será en ese momento, y solamente en ese momento, cuando deberías renunciar a tu trabajo actual.
Una vez que seas el gerente, las cosas deberían realmente despegar. Vas a tener la posibilidad de dedicarle todo tu tiempo y tu energía sólo a esta empresa, y los beneficios de toda esa concentración harán que haya valido la pena.
Lo importante es que lo tengas claro: una idea y determinación, dentro de estos tres pilares:
• #1: Que todo sea rápido de poner en marcha
• #2: Que sea realista
• #3: Que no te ponga límites para comenzar
¿Alguna vez lo pensaste?
Si no, deberías.
Seguiremos en contacto.
Mark Ford