Los sell-offs en octubre que se dieron cuando las acciones no se encontraban en “modo derrumbe”, han resultado en nuevos máximos históricos tan solo 90 días después de las caídas. Ahora que nos adentramos al último trimestre del trading de 2018, ésas son excelentes noticias para los alcistas.
Al fin terminó toda la locura de las elecciones de medio término acá en Estados Unidos.
La verdad no me importa mucho. Y siendo sincero tampoco creo que a la Bolsa le importe.
Pero sí creo que el hecho de que la disputa se resuelva es algo muy positivo para las acciones. Si eliminas uno de los temas favoritos de los medios en los últimos días –que las elecciones están llenas de peligros e incertidumbres para el mercado–, lo que tienes es un poco menos de información negativa lastimando las acciones.
De hecho, la historia nos muestra que el rendimiento del mercado inmediatamente después de las elecciones de medio término tiende a ser sorpresivamente alcista.
Mira esta nota de Barron’s:
“Según información recopilada por Yardeni Research, desde mediados del siglo pasado, el S&P 500 ha ido al alza en los doce meses posteriores a una elección de medio término, con ganancias que van desde un 1,1% en el período de post-elecciones de 1986 (en el que se incluye el derrumbe del 19 de octubre de 1987), hasta un 33,2% en el año después de la elección de 1954.”.
¿Veremos un rebote post electoral?
Tenemos otra razón para estar un poco más tranquilos sobre los mercados después del importante desplome del mes pasado: las acciones están a punto de entrar en los mejores seis meses del año.
El Stock Trader’s Almanac tiene la última palabra en lo que refiere a estos períodos estacionales de especial fuerza para las acciones, que arranca en noviembre y concluye en abril –justo al momento en que se supone que debemos “vender en mayo y correr”.
Según décadas de investigación, el almanaque descubrió que la mayoría de las ganancias de la Bolsa se daban dentro de este período de seis meses. De hecho, su “Estrategia de cambios estacionales tácticos” se basa en este principio básico.
Si simplemente inviertes en el Dow Jones Industrial Average entre el 1 de noviembre y el 30 de abril, y luego cambias a activos de renta fija por los próximos seis meses, la información del libro muestra que ganarías “retornos fiables con menos riesgo, como ha ocurrido desde 1950”.
Y si ahondamos un poco más, vemos que es posible que un octubre más débil en realidad te ayude a generar retornos positivos de la Bolsa.
Este extracto es parte de un análisis preparado por un analista del equipo de Especulación Inteligente aquí en Baltimore:
“Si analizamos las últimas tres décadas y un poco más, cada año con un octubre plagado de movimientos bajistas terminó generando retornos positivos el mes siguiente. Las únicas excepciones fueron los años mercados alcistas generacionales: 1987, 2000 y 2008”.
Claro que la caída de octubre ni siquiera se acerca a las condiciones de derrumbe de estos desplomes históricos. ¡Y esto también es alcista para el mercado!
Según se lee en el análisis, los sell-offs en octubre que se dieron cuando las acciones no se encontraban en “modo derrumbe”, han resultado en nuevos máximos históricos tan solo 90 días (en promedio) después de las caídas. Ahora que nos adentramos al último trimestre del trading de 2018, ésas son excelentes noticias para los jugadores alcistas.
Y deberías aprovecharlas.
Saludos,
Greg Guenthner
Greg Guenthner es editor de Especulación Inteligente. Sus análisis han aparecido en Forbes, Yahoo Finance y Bankrate, entre una larga lista de publicaciones. Greg es miembro de la CTM Association con el prestigioso grado de Chatered Market Technician.
Una guía lingüística para el sell-off del mercado
Ya calmadas un poco las aguas de las bajas y la volatilidad, hoy repasaremos algunos conceptos clave que hay que dominad a la hora de una baja del mercado.
Los sell-offs de la Bolsa son la pesadilla de los inversores que compran y mantienen al mediano y largo plazo, como nos gusta hacer en Especulación Inteligente. Sin embargo, son una necesidad y un elemento natural de un mercado saludable.
La ley de oferta y demanda, así como el apetito de los inversores, es lo que impulsa a alzas y bajas, y como inversores sólo tenemos que estar muy atento a estos movimientos y planear acorde.
Ahora, los sell-offs también generan cierto vocabulario especial en los medios financieros que muchos inversores nuevos han escuchado pocas veces. Y para eso he preparado esta guía: el objetivo es que la próxima vez que atravieses una situación de caídas en la Bolsa (que, no lo dudes, las atravesarás), puedas decodificar el lenguaje sin problemas:
Corrección: en términos simples, se refiere a un declive del 10% en el precio de un valor, mercado o índice determinado desde su máximo más reciente. No confundas esto con un derrumbe de verdad o solo una caída normal en los mercados. Los procesos correctivos ocurren con frecuencia y pueden durar desde unos días hasta varios meses. Incluso las acciones pueden entrar en una corrección antes de que el índice en el que cotizan entre una. Por ejemplo, más de la mitad de las acciones del índice S&P 500 ahora mismo están en una corrección, pero el propio índice –aunque estuvo muy cerca- no alcanzó a caer en una durante octubre, cuando cayó desde 2.925 a 2.641 puntos entre el 3 y el 29 del mes.
Volatilidad: en términos técnicos, es una medida estadística que habla de la dispersión o los retornos de un valor o un índice de mercado. Esta es otra forma de decir que mide el cambio (o “beta”, como es conocido), de un valor o índice con respecto a un patrón normal o medidas referenciales. En la Bolsa, una forma de medir la volatilidad es analizando el VIX, el índice de Volatilidad en las opciones de Chicago. Hay muchas otras formas de cuantificar la volatilidad dependiendo de lo que buscas medir, pero si lo ves simplemente como una tasa de cambio que refleja la incertidumbre o el riesgo, entonces vas bien. En tiempos de volatilidad extrema y sell-offs como el de octubre, este índice se dispara.
Volatilidad implícita: esto hace referencia a la volatilidad estimada en el precio de un activo, y por lo general se usa a la hora de tasar opciones. En la mayoría de los casos, la volatilidad implícita crece cuando el mercado está en una tendencia bajista, cuando los inversores creen que los precios de los activos caerán con el tiempo. Por otro lado, decrece cuando el mercado está en una tendencia alcista, ya que los inversores piensan que los activos irán al alza.
Ventas en corto: en pocas palabras, las ventas en corto son una apuesta de que un activo o índice caerá, y que para llevarla a cabo un inversor pide prestadas acciones para venderlas. La idea es vender esas acciones con la esperanza de comprarlas más barato para cuando se deba cerrar el trade. Eso le permitiría al vendedor en corto adquirir acciones a un precio más bajo, para luego devolvérselas a quién se las prestó y quedarse con la diferencia. Si bien este tipo de jugadas pueden ser muy rentables si salen bien, la realidad es que podrían terminar dándole al inversor pérdidas colosales si las cosas no salen como esperaba. No es para nada una estrategia para principiantes.
Disyuntor de circuito (circuit breaker): funciona igual a una caja de circuitos casera, con la diferencia de que éste puede cortar la energía de las plataformas de valores más importantes. A veces, cuando el desbalance entre las órdenes de venta y compra es demasiado grande, los exchanges como el NYSE y el Nasdaq se ven obligados a apagar la energía. Con el creciente número de transacciones realizadas a través de algoritmos computarizados, esos desbalances pueden ser más frecuentes. Estos apagones premeditados pueden durar desde algunos minutos hasta varias horas, pero todo se hace en pos de mejorar el flujo de las órdenes, para que los mercados puedan equiparar compradores y vendedores.
Compra las bajas (buy the dips): esta es una forma de hablar de las compras de activos hechas después de un declive importante en los precios cuando parecieran no haber caído por una razón importante y, por lo tanto, se deberían recuperar rápido. Es como toparte con descuentos inesperados en una tienda, sabiendo que luego los precios subirán. No es lo mismo, pero así se entiende el punto.
Capitulación: imagínate tomar tu computadora, tirarla volando hacia el otro lado del cuarto y luego pararte y darle una patada a la mesa. Bueno, no es tan así, sino que más bien una forma de decir que no puedes no soportar más las pérdidas de una posición en particular, y vendes. Cuando los mercados o una acción en particular experimentan ventas particularmente voluminosas, muchos inversores se ven tentados a abandonar la nave y vender sus posiciones. Es decir, a capitular.
Espero que te sirvan.
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Que tu dinero trabaje por ti.
Nicolás Arieu
Nicolás M. Arieu es editor para Especulación Inteligente y Micromovimientos Millonarios para Estrategias Alpha en Agora Publicaciones.