Invertir en empresas de pequeña capitalización de mercado puede garantizarte los retornos con los que siempre soñaste. Solo tienes que conocer un par de fundamentos clave.
Por Greg Guenthner
Muchos inversores dicen que les gustan las small-caps o acciones “pequeñas”, pero no estoy seguro de que realmente entiendan qué es lo que determina si un papel es chico o grande o si quiera sepan por qué invertir en este tipo de activo puede ser ventajoso en primer lugar.
Así que comencemos por hablar de la idea básica sobre la “capitalización de mercado”, que en inglés se abrevia como “cap”, origen del nombre “small-cap”.
En términos simples, la capitalización de mercado es el valor total de todas las acciones en circulación de una firma.
Veamos un ejemplo: la compañía XYZ tiene 10 millones de acciones cotizando en el New York Stock Exchange (NYSE) y el precio actual de cada una es de US$100.
Eso significa que la compañía XYZ tiene una capitalización de mercado de US$1.000 millones.
Teniendo claro lo anterior, es evidente que la capitalización de mercado de una empresa está en constante cambio.
Después de todo, las acciones de una compañía siempre están fluctuando y, además, en cualquier momento ésta podría emitir más acciones o recomprar las que están en circulación.
Solo para ilustrar este punto:
Hace cinco años, Apple y Exxon Mobil peleaban codo a codo por el título de la compañía más grande del S&P 500. Hoy, Apple supera a Exxon Mobil con facilidad, con esta última ocupando el 10mo lugar de la lista.
Esto trae a colación una razón importante por la que la capitalización de mercado es esencial –el ascenso de las inversiones pasivas.
No es un secreto para nadie que los índices bursátiles se han vuelto sumamente importantes en el mundo de las inversiones –no solo como medidores de tendencia, sino como los propios cimientos de varios fondos mutuos y ETFs.
De hecho, ¡actualmente hay US$9,9 billones invertidos en las acciones del S&P 500, y de esos, US$3,4 billones están concentrados en el índice como un todo!
Durante mi experiencia en el fascinante universo financiero, me he pasado mucho tiempo analizando varios índices y sus componentes.
Incluso tuve la oportunidad de participar en algunas reuniones del comité de políticas de inversión de S&P, lo que me dio una buena idea de cómo se toman decisiones a la hora de incluir ciertas compañías en sus índices.
Por lo general, el primer factor determinante era la capitalización de mercado.
Por ejemplo, para que se agregue una acción específica al S&P 500, una compañía debe tener una capitalización de mercado de por lo menos US$6.100 millones.
Para poder entrar en el S&P MidCap 400, debe tener un valor de entre US$1.600 millones y US$6.800 millones. Y para que siquiera se considere el ingreso al S&P SmallCap 600, el rango va de los US$450 millones a los US$2.100 millones.
Estos criterios se ajustan de vez en cuando, y también hay cierta flexibilidad, ya que las capitalizaciones bursátiles siempre se consideran con cierto contexto histórico. Además, otros inversores y firmas de research de mercado podrían tener sus propias definiciones o metodología.
Sin embargo, hay dos cosas importantes que debemos tener en cuenta de todo esto:
Para empezar, a medida que una compañía crece, muchas veces asciende en los varios niveles de índices bursátiles –lo que puede resultar en un mucho interés de parte de los inversores institucionales que quieren armar posiciones en un índice entero.
Segundo, muchos inversores institucionales en realidad tienen prohibido invertir en papeles demasiado pequeños.
Eso significa que en un mundo donde los índices son verdaderamente importantes –y en el que definiciones algo arbitrarias dictan dónde pueden invertir los más adinerados– una vez que el valor de una compañía comienza a crecer, seguirá creciendo como un efecto dominó.
Mientras tanto, cabe destacar que solo porque la cotización de la acción de una firma sigue siendo de un dígito, no quiere decir que se trate de una small-cap (o incluso una “micro-cap”, la versión aún más pequeña de estas acciones).
Si bien muchas veces hay una relación entre la cotización y la capitalización de mercado, no es una regla constante.
Una acción grande podría dispararse tanto como una small-cap –si lo que quieres son fluctuaciones diarias, tan solo miras las acciones como Tesla.
Al mismo tiempo, nadie puede negar que las firmas más pequeñas –especialmente aquellas con acciones cotizando por centavos o cifras de 1 dígito y con volúmenes de trading más bajos– muchas veces fluctúan sustancialmente con solo un poco de interés de parte de los inversores.
Eso puede ser una fórmula para hacerte con ganancias explosivas.
A lo que quiero llegar, es que siempre tiene sentido incorporar papeles más pequeños a un portafolio diversificado. El potencial de ganancias, sumado al hecho de que los índices elevan a las firmas naturalmente de índice en índice cuando las instituciones invierten, hacen de estas acciones más atractivas.
Espero que esto te dé una buena idea de qué son las capitalizaciones de mercado y cómo puedes utilizarlas en tus inversiones.
Saludos,
Greg Guenthner
Greg Guenthner es editor de Especulación Inteligente. Sus análisis han aparecido en Forbes, Yahoo Finance y Bankrate, entre una larga lista de publicaciones. Greg es miembro de la CTM Association con el prestigioso grado de Chatered Market Technician.
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina. El Inversor Diario te permitirá acceder a información exclusiva sobre los mercados internacionales y puedes suscribirte haciendo click aquí.