¿Es posible que el fin de Sears sea el puntapié inicial de una tendencia? Veamos qué pasó con el antiguo gigante del retail, qué se puede esperar para el resto del mercado y cómo deberías actuar en contextos de incertidumbre como el actual.
Por Jim Rickards
En 1886 solo había 38 estados en los Estados Unidos.
La energía eléctrica todavía era tecnología de punta que solo algunos habían visto.
La Estatua de la Libertad no existía aún.
Sin embargo, fue en ese año que un hombre llamado Richard Sears fundó una pequeña compañía minorista en Minneapolis, Minnesota. Esa compañía se terminaría convirtiendo en un coloso de las ventas retail:
Sears era el Amazon de su época.
Incluso a finales del siglo XIX, la compañía podía llevarte a tu hogar casi cualquier producto que desearas.
Considerando que el primer camión de envíos no sería creado sino hasta 1895, esto no era poca cosa. No había infraestructura de transporte. Además, dos tercios de la población vivía en áreas rurales remotas de un país enorme como Estados Unidos.
Y sin embargo, a pesar de esos desafíos, Sears podía llevar hasta tu puerta cualquier producto que vendiera.
A medida que las tendencias de consumo fueron cambiando con le tiempo, la compañía comenzó a abrir sucursales físicas de retail.
Y una vez que el concepto del “centro comercial” se fue haciendo popular, las tiendas por departamento Sears se volvieron un icono de los malls de todo Estados Unidos.
Para darte una idea del tamaño y dominio que tenía Sears en su punto más alto, la compañía era dueña del broker Dean Witter Reynolds (hoy parte de Morgan Stanley), de Coldwell Banker (un broker de real estate), Allstate Insurance (una firma de seguros que actualmente vale US$ 33.000 millones) y fundó Discover Card (una compañía de US$22.000 millones).
Sears parecía imparable… una compañía tan grande que y poderosa que dominaría el espacio del retail para siempre.
Hasta que Wal-Mart dijo presente.
Después de años enfocándose en logísticas eficientes y recortes de costos, Wal-Mart eventualmente superó a Sears y se convirtó en el retailer más grande del mundo.
Para 2001, los ingresos de Wal-Mart eran cinco veces los de Sears.
Y luego se fundó Amazon… y los consumidores comenzaron a cambiar sus gustos, optando ahora por las compras en línea.
Sears se perdió por completo esa tendencia y se transformó en una sombra del coloso que solía ser.
Solo en los últimos tres años, Sears ha perdido más de US$ 5.000 millones. Y su acción fue reflejo de esto:
Además, ya antes de presentar su quiebra la compañía había despedido a más de la mitad de los empleados que tenía en su cúspide, cuando eran unos 200.000.
Y para colmo de males, en la última década la compañía gastó unos US$6.000 millones recomprando sus acciones por hasta US$ 74 cada una.
Ahora el papel cotiza por menos deUS$ 0,50. Estamos hablando de una pérdida del 99% para sus accionistas.
Antes de presentar su quiebra, además, Sears anunció el cierre de 43 sucursales adicionales por encima de las 265 clausuras que ya anunció en lo que va de este año.
La foto de más arriba es algo del pasado remoto. Este año las tiendas de Sears se han visto así:
Con esto, la compañía queda con solo 1.140 sucursales –tan solo la mitad de las que tenía en 2012.
Es una caída segura. Y también podría significar la pérdida de 140.000 empleos, no sólo en Estados Unidos sino que también en otros países donde la firma opera, como México.
No estamos hablando solo de Sears
Ahora, la realidad es que muchísimos otros retailers importantes podrían cerrar, lo que haría que otras cientos de miles de personas perdieran sus empleos.
Solo este año –y solo en Estados Unidos- el sector de ventas minoristas ha anunciado cierres en más de 3.200 sucursales. Además, Credit Suisse, un banco de inversión, anticipa que ese número crecerá a más de 8.600 para fin de año.
Para que te des una idea de la magnitud de todo esto, el PEOR año en lo que refiere al cierre de tiendas de retail fue 2008, justo cuando la crisis financiera global comenzó.
Pero incluso en 2008, solo cerraron 6.163 tiendas.
Ten en cuenta que aproximadamente uno de cada 10 estadounidenses trabaja en el retail.
Y dado el ascenso del comercio digital, la mayoría de esos empleos en las ventas minoristas están desapareciendo –y muy rápido.
El comercio digital actualmente representa un 9% de los aproximadamente US$ 22 billones que se generan todos los años producto de las ventas de retail, un incremento del 0,6% con respecto a lo que representaba en 1999.
Y ese número solo va en aumento.
La mayoría de las tiendas de retail operan márgenes MUY bajos. Su rentabilidad se basa en tener MUCHOS clientes.
Incluso si un pequeño porcentaje de sus posibles clientes se quedara en casa y comprara en línea, estos retailers aun así estarían en serios, serios problemas –y eso aplica tanto a Sears como las tiendas de la esquina más pequeñas.
A medida que compañías como Sears quedan en bancarrota, cientos de miles de empleados del retail podrían perder sus empleos.
Sí, no hay duda de que el comercio digital creará algunos empleos.
Las compañías de e-commerce más grandes, como Amazon, han tenido que construir infraestructura rápidamente, así como almacenes, solo para poder seguir atendiendo a sus clientes. Eso implica muchos empleos nuevos.
Eso, sin embargo, es solo trabajo temporal.
Míralo de esta forma: se necesitan muchos más trabajadores para construir una vía de trenes de los que necesitas para mantenerla.
Y a medida que la cantidad de envíos crece, lo único que tienes que hacer es poner más vagones en el tren.
Además, los almacenes dedicados al comercio digital cada vez son más automatizados y eficientes, al punto de que requieren menos trabajo humano de lo que jamás necesitó.
Este tipo de destrucción y disrupción creativas no es nada a lo que debamos temerle. Al largo plazo es mejor para todos. En el corto plazo, sin embargo, esto involucrará muchos problemas para unos cuantos. Después de ver caer a Sears, entre los retailers más grandes y vulnerables encontramos a Macy’s y JC Penney. En total, esas compañías emplean a 400.000 personas.
Esas tres firmas podrían quedar en bancarrota –y probablemente lo hagan. Pero con que solo cierre una de estas cadenas (algo que está prácticamente garantizado), la economía estadounidense saldría lastimada de todo esto.
Puede que recuerdes que durante la campaña presidencial estadounidense, Trump y Clinton hablaron mucho sobre la creciente tasa de desempleo en el sector de minería de carbón de los Estados Unidos.
Para que te des una idea, la industria estadounidense de carbón emplea a poco más de 76.000 personas.
Nada más Sears emplea a casi el doble de esa cantidad.
Y el ritmo al que se están perdiendo empleos en todo el sector retail está tomando impulso.
La economía estadounidense se ha venido “recuperando” por más de ocho años, es decir, han pasado casi 100 meses desde la última recesión.
Y sin embargo, el tiempo promedio entre recesiones en la historia estadounidense moderna es de 57 meses, según reporta la Oficina Nacional de Investigación Económica.
En otras palabras, la economía hace tiempo debió haber sentido una contracción.
Y la rápida perdida de cientos de miles de empleos ciertamente podría ser su detonante.
Es por eso que recomendamos que diversifiques tus activos. Si mantienes tus activos en un solo país, estás poniendo todos tus huevos en la misma canasta.
Otro paso es la compra de oro para armarte de un plan de reserva.
Saludos,
Jim Rickards,
Jim Rickards es editor de Inteligencia Estratégica para Agora Publicaciones.