Siempre habrá ganadores y perdedores en la Bolsa pero a largo plazo, saber definir una estrategia es la clave para construir un patrimonio que pocos inversores podrán replicar.
Por Greg Guenthner
Querido lector,
En esta época estamos acostumbrados a cierto grado de certeza en nuestras vidas.
Cuando subes a un avión que se dirige al otro lado del mundo, es prácticamente una garantía el hecho de llegar a tu destino sano, salvo y a tiempo.
Asimismo, un paciente con hepatitis puede ir a un hospital y adquirir algún fármaco con 90%-100% de posibilidades de curar por completo la enfermedad en solo 12 semanas.
Como éstos hay muchísimos otros ejemplos. ¡La vida ciertamente es mejor gracias a la ciencia!
Sin embargo, cuando hablamos del mundo de las inversiones, en muchos sentidos las cosas siguen siendo como el Salvaje Oeste.
Imagina nada más si los pilotos más competentes causaran accidentes con la misma frecuencia que los inversores competentes sufren pérdidas. Nadie pondría un pie en un aeropuerto nunca más…
La certeza quirúrgica que la ciencia ha traído a otros campos no aplica para los inversores. Podrías hacerlo absolutamente todo bien, invertir en las blue chips más grandes y seguras del mercado y aun así, es totalmente posible perder un 40% de tu dinero si las cosas se ponen como lo hicieron en 2008.
¿La razón? Lo mercados financieros tienen un ratio señal-ruido muy bajo.
Día a día, o incluso semana a semana, el mercado se mueve aleatoriamente.
Claro que las razones que propician estos movimientos no son aleatorias.
No fue cuestión de azar que el Presidente Trump incrementara los aranceles en las importaciones chinas, o que las ganancias y los trabajos alcancen cierto nivel.
Sin embargo, ¿es aleatorio que justamente tengas en cartera acciones que son directamente afectadas por estos sucesos? Sí, sí lo es, y por lo tanto tu portafolio está expuesto a mucha aleatoriedad.
Los expertos en estadísticas llaman a esa aleatoriedad “ruido”. Muchos inversores solo le dicen “suerte”.
Sin importar cómo lo llames, hay una cosa segura: si logras filtrar aunque sea un poco de ese ruido, puedes generar cantidades colosales de dinero.
Uno de los efectos colaterales de toda esta aleatoriedad en los mercados es que el mundo de las inversiones no tiene la certeza que sí disfrutan otras áreas científicas, como los aviones o la cura de enfermedades comunes.
De vez en cuando, el ruido se nivela inmediatamente y vemos ganancias de tres dígitos.
Otras veces, estamos forzados a esperar a que el ruido se cancele a sí mismo para que aparezca la señal de que estamos apalancados.
Pero es importante darle a estas ideas suficiente tiempo para que se desarrollen –no solo semanas o meses– antes de descartarlas por completo.
Hasta hace muy poco, el acceso al tipo de investigación que hacemos estaba limitado a unos cuantos fondos de cobertura cuantitativos con inversores muy adinerados. Pero nuestro objetivo es traerle al inversor promedio investigaciones innovadoras, todo a fin de hacer las cosas un poco más justas en Wall Street.
Yo realmente creo que tu éxito es nuestro éxito.
Tendremos ganadores, y ciertamente tendremos perdedores. Pero a la larga, creemos que este enfoque es la clave para la creación generacional de riqueza que muy pocos inversores podrán emular.
No te vayas lejos. Este recorrido se pondrá mejor.
Hasta la próxima…
Saludos,
Greg Guenthner