Puede que el bitcoin sea una burbuja… pero eso no significa que no pueda alcanzar el US$1 millón en tres años…
Dejé a muchos con la boca abierta cuando anuncié en la CNBC mis estimaciones sobre cómo el bitcoin llegará a US$1 millón para finales de 2020.
El pez gordo de la tecnología John McAfee fue en realidad el primero en hacer esa predicción, a mí solo me estaban preguntando qué opinaba al respecto.
Obviamente, estuve totalmente de acuerdo.
También publiqué otras diez predicciones para las criptomonedas que a mi parecer y en términos generales, se darán en años próximos.
Estas son algunas de las más destacables:
* Al menos una divisa de algún país caerá pronto –probablemente la de Argentina o Venezuela. Creo que este evento dará cabida a un uso totalmente generalizado del bitcoin dentro de ese país. El bitcoin podría subir más de US$50.000 cuando eso ocurra.
* Habrá un derrumbe y el 95% de las criptos desaparecerán –al igual que ocurrió con el reventón puntocom. Sin embargo, las criptomonedas que sobrevivan se dispararán aún más. Creo que esto podría ocurrir entre los próximos cuatro a seis meses.
* Todos creen que el gobierno quiere acabar con las criptos. Yo creo que el gobierno estadounidense comenzará a acumular secretamente divisas virtuales más pequeñas. Eso facilita las transacciones más bien cuestionables con otros países, que el Estado preferiría mantener debajo de la mesa. Eso ya comenzó, pero en 2018 se acrecentará.
* China invertirá mucho en otra criptomoneda, pero no creo que sea el bitcoin. Querrá una divisa virtual que compita con el bitcoin pero que pueda controlar centralmente. La adopción generalizada de China probará la legitimidad de las criptomonedas.
* De la misma forma que el internet cambió el monopolio de la industria de celulares, las criptomonedas serán nocivas para la monopolización de capital respaldado por el gobierno. Este será un proceso continuo.
Tengo otras predicciones, pero estas son las más importantes.
Ahora bien, hablemos de la gran “B” que comencé a mencionar hace un momento.
A cada rato me preguntan mi opinión sobre la idea de que las criptomonedas están en una burbuja. Desde el reventón de la burbuja “puntocom” y la recesión de 2008, se ha vuelto una moda tildar de burbuja a cualquier mercado exitoso.
Y la fiebre del bitcoin no escapa de esto; la han llamado una burbuja desde el comienzo:
Bitcoin a US$5: “el bitcoin está sobrevalorado, una burbuja sin duda.”
Bitcoin a US50: “¡qué locura! Ya puedo ver gente saliendo muy mal de todo esto.”
Bitcoin a US$500: “No puedo creer que en serio haya gente tan tonta como para invertir en esto.”
Bitcoin a US$5.000: “Una moda y nada más –idéntico a los tulipanes.”
Ahora con el bitcoin cotizando a más de US$15.000, no pasa un día sin que alguien explique por qué la primera divisa digital no es más que una burbuja.
Así que bueno… ¿es para mí una burbuja el bitcoin? Bueno, mi respuesta generalmente tiende a sorprender a la gente…
Les digo que, en efecto, sí, las criptomonedas están en medio de una burbuja colosal –pero que no dejen que eso los ahuyente.
¿Por qué?
Porque las oportunidades con el “universo cripto” llegaron para quedarse, y harán riquezas generacionales.
Las acciones tecnológicas estuvieron en una burbuja a finales de los 90s, y no cabe duda de que a Amazon al final del día le fue de maravilla. Eso es lo que ocurrirá con las criptos: las legítimas y buenas sobrevivirán y prosperarán.
Repito, predije que el bitcoin alcanzaría el US$1 millón para finales de 2020.
Te lo digo, las oportunidades aquí son inmensas. Piensa en internet a mediados de los 90 –mucha gente se hizo muy, muy rica antes de que explotara esa burbuja.
Algún día no muy lejano, “A.C.” significará “antes de criptos”, y “D.C.” será “después de criptos”.
En este momento, estamos viviendo los años tempranos de “A.C.” Llegó la hora de preparase… el mundo está a punto de cambiar.
Como he explicado antes, las criptomonedas son el siguiente paso después de las divisas.
El dinero evoluciona al igual que todo lo demás, y la evolución natural del dinero siempre ha sido como un “contenedor” de valor que es cada vez más fácil de transportar, más seguro y más privado.
Echemos un vistazo al pasado…
Al principio, todo giraba en torno a la tierra que poseías y los recursos que podías generar en el terreno (harina, granos, etc.)
Luego llegaron los metales. Oro, plata, entre otros. Viajabas usándolos en la forma de joyería. Demasiado oro se traducía en dificultades para trasladarte.
El papel moneda vino después, al principio respaldado por el oro, pero después… respaldado parece en la fe en Dios (“en Dios confiamos”) o en el gobierno.
Más adelante llegó el dinero electrónico. Es fácil de transportar, pero el sistema entero está plagado de tarifas y costos en todas las transacciones. Además, no hay una gota de privacidad.
Ahora, tenemos las criptomonedas. ¿De qué manera son una mejora sobre las formas anteriores de dinero?
Pues, son de fácil movilización, sin costos extra en las transacciones, sin intervención humana entre el comprador y vendedor, anonimato y fuerte capacidad de uso.
Las criptos también hacen que las transacciones sean más fáciles. Las transacciones tienen la misma historia tras ellas: ¿cómo puedes llevar a cabo una transacción entre un espacio geográfico más grande, con menos tarifas de por medio, menos costos, menos probabilidades de error humano y más seguridad y privacidad?
La respuesta a esto, sin duda, las criptos. Repito: las divisas virtuales son la evolución natural del dinero.
Valorar una divisa es complicado. A diferencia del real estate, las acciones o los bonos, las divisas no generan un flujo de ingresos por sí mismas –los dólares guardados bajo el colchón no van a incrementar su propio valor a medida que pase el tiempo, algo que una acción sí podría hacer.
Esta diferencia es clave, ya que los modelos financieros actuales dependen de fuentes de ingresos para poder determinar un precio justo. Las divisas no generan ingresos, por lo que su precio está dictado por la oferta y demanda, haciendo de las proyecciones a largo plazo casi una imposibilidad.
Esto es lo que hace de las divisas virtuales fundamentalmente diferentes de otros tipos de inversión. Cuando compras acciones de una compañía, esto no afecta el flujo capital de la compañía en cuestión, por lo que el valor de la firma se mantiene igual ya sea que compres o no.
Sin embargo, mientras más gente acepte una divisa, más valiosa se vuelve.
Para muchos, la idea de una divisa que no está respaldada por un gobierno es algo difícil de digerir. Sin embargo, no fue hace mucho que la confianza en los gobiernos era tan baja que todas las divisas estaban respaldadas en oro.
Esta transición a divisas digitales representa el siguiente paso hacia nuestra dependencia de la informática para solucionar todos nuestros problemas.
Sin embargo, de momento hay mucha incertidumbre alrededor de las divisas virtuales. La incertidumbre crea volatilidad. Las criptomonedas van a ser volátiles por un tiempo.
Pero, ¿por qué es que la volatilidad genera oportunidades?
Porque tiene la particular cualidad de hacer fluctuar diariamente y de forma considerable los valores intrínsecos. Si logras identificar las criptomonedas que son legítimas (es decir, que tienen un fuerte potencial positivo), podrías hacerte mucho dinero jugando la situación volátil de tus criptos.
Y ahí es donde yo entro en acción…
Quiero ayudar a las muchas personas que han sido estafadas por toda clase de artimañas diseñadas para engañar a la gente para que compren o tradeen criptos “malas”.
Mi solución es simple.
Investigar, diversificar y construir una red de inteligencia que me permita ayudarte a comprender todas las situaciones relevantes y tomar decisiones inteligentes.
Simplemente no puedes escapar de la realidad. La evolución del dinero y la de todas las industrias señala con mucha fuerza que las divisas virtuales serán parte de nuestro futuro.
La forma en la que pasaremos de estar “aquí” a “allá” estará repleta de oportunidades muy lucrativas. Estoy aquí para alejarte de las monedas falsas y la mala información, con el fin de entregarte oportunidades para generar dinero que sean totalmente reales antes, durante y después de que la burbuja reviente.
Muchos salieron muy perjudicados de burbujas similares, como ocurrió con el boom “puntocom” en los 90s. Mi objetivo es asegurarme de que no te pase lo mismo.
Saludos,
James Altucher