Todo parece indicar que tras el largo zigzagueo de este año, las acciones pequeñas agrupadas en el índice Russell 2000 están listas para dar un nuevo salto.
Sin dudas ha sido una de las subas más complicadas que hemos observado en todo el año.
Ha costado. Pero aun así, a pesar de la larga espera y más de un falso arranque, las small caps están disparándose una vez más.
Por lo tanto, es obligatoria la pregunta: ¿Será que por fin estamos presenciando la remontada definitiva de estas acciones?
Por segunda vez en cuatro meses las acciones de baja capitalización bursátil han tomado el ascensor express para ir del sótano al penthouse.
En junio, le tomó tan solo tres días a las small caps del índice Russell 2000 irse desde el límite del desplome hasta niveles menos de un 1% por debajo de sus máximos históricos. Para julio, el índice de estas pequeñas acciones estaba yéndose hasta niveles nunca antes vistos.
En ese entonces parecía que estábamos a punto de disfrutar de un rendimiento espectacular…
Pero la fiesta no iba a durar mucho más.
Lo único que hizo falta para derrumbar a las small caps hasta el subsuelo fue solo un pequeño sacudón del mercado. Después de llegar hasta sus máximos a finales de julio, el Russell 2000 se tropezó y cayó casi 7% en solo tres semanas. Para los inversores de acciones con capitalización bursátil pequeña, fue una caída espeluznante.
Pero este casi-colapso del Russell 2000 fue suficiente para sacudirse a los más débiles de encima. Ese pequeño viaje por debajo de su media de 200 días no frenó a las small caps por mucho tiempo. De hecho, ya han vuelto a hacer lo que mejor saben: dejar en vergüenza al S&P 500.
El Russell 2000 ha saltado más de 6% desde que tocó fondo el 21 de agosto. Mientras tanto, el S&P 500 apenas ha logrado sacar algunas ganancias de más o menos el 3,5%.
Siempre ha sido así: las small caps no son aptas para corazones débiles.
Las fluctuaciones del mercado que hemos visto demuestran lo agitadas que han estado estas acciones desde el rally post-elecciones hace casi un año.
Sin embargo, siendo justos, la suba que experimentaron las small caps en noviembre d 2016 fue igual de sorpresiva que la victoria de Trump. Para principios de diciembre, el Rusell 2000 saltó 40% por encima de sus mínimos de febrero. Esto se dio, en parte, gracias a un rendimiento espectacular de 14 días de duración que cerró el trading de noviembre.
Ésta fue la racha ganadora más larga del índice en más de 20 años.
En ese entonces te decía que el principal catalizador de los cambios importantes en las tendencias es la iniciativa. En un momento todos detestan las small caps, pero justo cuando el último vendedor cierra su último trato y le pone el último clavo al ataúd, un rally colosal comienza a tomar forma.
Pero la suba de las small caps se fue demasiado lejos demasiado rápido. A continuación encontrarás una versión actualizada del gráfico que te mostré al cierre del segundo trimestre:
Después de su poderoso rally de noviembre, las acciones de pequeñas compañías tuvieron más de nueves meses de movimientos incapaces de romper con el movimiento lateral de su cotización (el despegue falso de julio no pudo terminar de romper esos límites).
A principios de este año dije que toda la evidencia que había recolectado apuntaba hacia un impulso largo en las acciones pequeñas. Aunque aún no hemos presenciado nada que las haga saltar como fue en noviembre del año, los extraños movimientos de este año no han desestabilizado ni un poco nuestra tesis de largo plazo.
Saludos,
Greg Guenthner